Three Lions: Amorim quiere arriesgar y sufrir para mejorar


Rúben Amorim ha emergido como uno de los entrenadores más prometedores de Europa, destacándose por su enfoque táctico y su capacidad para maximizar el potencial de sus jugadores. Los títulos logrados con el Sporting Clube en un tramo tan corto de tiempo y en un torneo a veces tan polarizado entre Porto y Benfica, colocó su nombre entre los entrenadores que iban a ocupar banquillos de élite en no mucho tiempo. Quizás no esperábamos que fuera con casi de la mitad de la temporada en marcha.

Amorim es conocido por su sistema 3-4-3, aunque a él le guste más referirse a estructuras, que enfatiza la posesión del balón, la presión alta y una sólida organización defensiva. Este enfoque no solo llevó al Sporting a ganar títulos, sino que también ha permitido el desarrollo de jóvenes talentos como Manuel Ugarte con el que coincidirá a partir de ahora y del que muchos esperan que dé un paso adelante en su rol en el equipo. Aunque en el estreno parece que Amorim optó por los galones y experiencia de Casemiro y Eriksen.

En medio de otro buen arranque con el Sporting, ha sido valiente al dejar un proyecto estable para acudir a uno de los banquillos más mediáticos del mundo que desde la salida de Ferguson ha sido más una sala para las visitas sin que ninguno de sus ocupantes, ya sea técnicos emergentes o con mucho caché, hubieran logrado no ganar, que algún título en estos años se ha levantado, pero sí armar un equipo dominante y con un estilo definido.

En su debut en la Premier League contra Ipswich Town, Amorim implementó su característico 3-4-3 y tuvo un inicio inmejorable con un gol de Rashford sin haber llegado a los dos minutos de juego. Pero lejos de que ese tanto aportara confianza y tranquilidad para ejecutar el plan de partido, este nuevo United evidenció aún mucha falta de trabajo (obvio, con algunos jugadores con sólo dos sesiones con el nuevo preparador).



Echando un vistazo al panel de rendimiento en el partido observamos algunos detalles que más puede responder a la inmediatez de la competición que a algo más consolidado sobre lo que tengamos que debatir en profundidad: Diallo como carrilero (asistencia a Rashford) y Mazraoui como central en la línea de tres y el ya mencionado doble pivote con Casemiro y Eriksen. Quizás lo que más chirrió fue lo limitado de esta pareja para defender en transiciones, algo que el Ipswich hizo de maravilla, sobre todo en el primer tiempo. Hutchison, hombre del partido, supo navegar entre esa zona de no retorno de Garnacho y provocar que Eriksen saltase a buscarlo a cada recepción, a partir de ahí, 'a correr'. Habían buenos repliegues de los defensores, ayudas, coberturas... todo eso funcionó en las transciones defensivas de los red devils, pero no hubo un control de las llegadas de la segunda línea local y de ahí llegaron varias ocasiones claras donde apareció un inspirado Onana. ¿Llegaremos a ver a Shaw en el flanco zurdo de la línea de tres? Dependerá de su estado físico porque quizás la opción de Evans sea un parche que no se deba estirar en el tiempo. ¿Se ajusta más Hojlund a lo que busca de un 9 Amorim que Zirkzee? Pocos minutos de competición para responder a nada de esto.

Pero hubo cosas que funcionaron más o menos bien, o por lo menos, a mí no me disgustaron como lo fue el orden en la presión sobre el inicio del equipo de McKenna. Ajustando la estructura sobre los balones largos para superarla, tengo buenas sensaciones sobre lo que puede mejorar el momento sin balón con Amorim 

De cara al futuro me gustaría compartir esta entrevista que concedió Amorim antes de su primer partido donde, con sus respuestas, traza unas líneas maestras sobre lo que de espera que sea su forma de trabajar en esta exigente nueva etapa. Habla sobre la importancia de las estructuras y sobre 'principios sobre sistema' en los equipos de la academia red. Muy interesante. 

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