Header Ads Widget

Responsive Advertisement

El campeón reconocible

Nunca es bonito ganar un título fuera del campo, por el fallo de tu competidor. Pero el hecho de que la derrota del City ante el Chelsea haya convertido en campeón de la Premier el Liverpool después de treinta años (primera Premier desde que se cambió su formato) no restará brillo ni atractivo al equipo que ha armado Jürgen Klopp en Mersey.

Han pasado cinco años desde que el entrenador alemán llegara a Liverpool para hacerse cargo del equipo red tras el despido de Brendan Rodgers y desde ese momento ha trabajado duro para armar un equipo reconocible, atractivo de ver y, lo que más importa en estos niveles de profesionalismo, ganador.
Es cierto que los campeones de Europa suelen venir precedidos de un dominio en sus torneos locales y en el caso del Liverpool ha sido al revés, ganó la Champions el pasado curso después de más de diez años sin lograrlo, después de haber disputado una Premier de altísimo nivel competitivo ante el City, y con la inercia de esa temporada, se intuía una temporada como la que ha firmado este año en Premier (y de paso confirmar que pese a no contar con Messi, Neymar, Cristiano o Mbappe, el nivel técnico y táctico del torneo inglés lo coloca como la competición más importante del planeta).

Los grandes partidos del Liverpool de Klopp en los últimos años, sobre todo las dos últimas temporadas, nos han mostrado a un equipo cómodo cuando le ha tocado llevar el ritmo del partido, encantado cuando le ha tocado esperar y contraatacar e imprimir un espíritu inquebrantable cuando las cosas no iban por donde ellos esperaban. ¿Qué hace reconocible a este Liverpool?


Laterales: Alexander Arnold y Robertson son el punto de partida para entender el juego de Klopp. Su nivel defensivo y de orden táctico es muy bueno, pero marcan la diferencia en la forma en la que participan en el ataque. El escocés da una gran profundidad al flanco zurdo y es un gran centrador. El inglés no sólo tiene uno de los mejores golpeos de la Premier, también se está destapando como un lateral que ocupa posiciones interiores para participar en la construcción del ataque organizado y entender los movimientos del interior, extremo y delantero para actuar en consecuencia.

Firmino: si los laterales son el inicio, el delantero brasileño es el punto de apoyo del juego de ataque organizado de Klopp. Unos movimientos básicos, que hemos visto en otros delanteros a lo largo de las últimas temporadas pero que Firmino ejecuta en tiempo y forma, genera espacios y activa a dos extremos como Mane y Salah como rematadores. Ambos son rápidos y aúnan un compendio de visión y técnica capaz de dar fluidez a la jugada que no puedan finalizar. Y no sólo sacando a centrales del sitio destaca Firmino, es rápido y controla las artes del remate.

Interiores: Henderson ha alcanzado un nivel que ni él mismo podría esperar. Wijnaldum, Keita incluso Oxlade... los carriles interiores del centro del campo han resultado ser una gran solución en cada fase del juego. Vemos con normalidad a un pivote situarse entre centrales para tener una primera superioridad en la salida de la pelota, pero cada vez es más común y en esto el equipo de Klopp es referencial, que sea uno de los interiores el que retrase su posición para 'lateralizar' la salida de la pelota, acumular jugadores en una zona para liberar la opuesta y progresar. Esa caída de los interiores junto a la calidad de los laterales son la marca registrada del equipo.


Los dos retoques: el Liverpool había sido finalista de la Europa League en 2016 y de la Champions en 2018. Aquellas temporadas el equipo ya jugaba muy bien pero tenía dos zonas débiles muy marcadas: la portería y el centro de la defensa. El paso adelante de este proyecto pasaba por reforzar esa zona y el club no escatimó en ello cuando fichó a Allison Becker y unos meses más tarde a Virgil Van Dijk. El portero brasileño no sólo dio fiabilidad a una zona crítica en grandes citas, también con su juego de pies se convirtió en un recurso útil para el ataque. El central neerlandés tuvo un impacto súbito que hizo que se olvidase rápidamente el coste de su fichaje. Rápido en el cruce, insuperable por alto y un notable desplazamiento de pelota en largo que se suma a la activación de Alexander Arnold o Salah en ataque.

¿Tienen margen de mejora? Por supuesto. El club se ha asegurado la continuidad de Klopp hasta 2024 para dirigir la regeneración del equipo y asentarlo en la candidatura de Premier y Champions al menos durante esas temporadas. Ha conseguido buenas incorporaciones a corto plazo por unos precios impropios si hablamos de equipos ingleses y, quizás lo más importante, no hay muestras de que las piezas clave del equipo piensen en cambiar de aires. Hasta que llegue el descenso de nivel, los partidos de los de Anfield son un estimulo para cada jornada.

Publicar un comentario

0 Comentarios