No os echéis las manos a la cabeza. Con toda la razón del mundo, el "Toco y me voy" tenía que ir encaminado a algún campeón de las ligas sudamericanas que han ido finalizando en estos días. Pero vamos a dedicarle un gran podcast esta noche.
Así que, para no sobrecargar con campeones y ligas, visita hoy la sección sudamericana del blog el "Chori" Domíngez para contar, a grandes rasgos, su historia y cómo a veces tener un buen escaparate puede cambiar la carrera de un jugador.
Porque Alejandro (su nombre de pila, totalmente eclipsado por un mote genial) no fue uno de esos jugadores que destacaran de sobremanera cuando jugaba en Argentina. Uno de esos que en cada mercado, ya fuera estival o a mitad de campaña en Europa, sonara para venir a España o a un grande en Italia.
Comenzó su carrera en el modestísimo Quilmes hasta que en 2001, con veinte años, River lo contrató para reforzar su centro del campo. Venía de ganar el Mundial sub20 donde anotó un gol (en octavos ante China...) pero que fue un secundario en medio de un equipo con Saviola, D'Alessandro, Maxi Rodríguez, Coloccini, Romangoli, Colotto, Ponzio, Rosales... vamos un elenco de jugadores que sí que llegaron a equipos de renombre en un corto periodo de tiempo.
La carrera del "Chori" tampoco es que pegara un salto en River, pese a ganar un par de campeonatos (Clausuras de 2002 y 2003) y puede que por ello se animara a probar la aventura rusa de la mano del Rubin Kazan, en 2004 un equipo ambicisoso (como se demostraría más tarde) y en el que desde el principio, el jugador argentino, ofreció un gran rendimiento hasta el punto de que el Zenit, en ese momento dominador del fútbol ruso, lo fichara y fuera integrante (con más participación que en sus títulos en River) de los grandes triunfos europeos del club.
Aún así, fue cedido en esta campaña de nuevo al Rubin con el que también ganó una Liga.
A partir de esa liga, el Rubin juega la Champions, y con la "suerte" de caer en el grupo del Barça y el Inter. Esto sirve de escaparate mundial para el "Chori".
Y aquí nace el sentido de la entrada, que con el ejemplo de Domínguez me viene que ni pintado.
Un buen jugador jugando a un buen nivel... pero que en una liga menor no tiene relevancia. Ha tenido que esperar a esos partidos que ve medio mundo para que hasta en Argentina sepan que existe.
Hoy, esos dos partidos, esos dos choques que no distan de lo que ofrece normalmente en la Premier rusa, le han valido para una rebaja de sueldo (en Rusia se cobra muy bien), pero para ganar en nivel de vida (según sus propias palabras... bueno no, el fue más soez) y en prestigio, al jugar en una liga más relevante que la rusa: la Liga BBVA, la liga española, la de Messi y Cristiano... y con un equipo con el que no tendrá problemas de acomodo: el Valencia.
7 Comentarios
Saludos!!
Calculo que -llegado el momento- se lo preguntarán a Dominguez, aunque dudo que revele los motivos verdaderos en su respuesta.
Un abrazo!
Al final se sabrá, no dudes de los micrófonos inalámbricos valencianos.
Bautizaron a Maduro como "Barco pirata"... porque tiene menos luces que ese navío XD
Saludos
Por cierto, que grandes los choripanes del argentino ese que había detrás de las torres, eh, Lama?
Tengo un nuevo ídolo a la altura de Massi... Y todavía no ha jugado un solo partido en la liga XD
Saludos