Quizás fuera irrespetuoso para con los otros equipos el que todo el mundo pensara que la final del Mundial de Clubs fuera, casi desde que el primer equipo aterrizó en Abu Dhabi, un partido entre Estudiantes y Barcelona, pero creo, quiero creer, que esto es debido, ya no sólo al nivel de los campeones de Sudamérica y Europa, sino a la importancia del fútbol en ambas regiones del globo: lo que se invierte en fútbol, lo que se publicita y el terrible tirón que ya de por sí tiene.
Además, había mucho morbo en ver qué tal partido hacía Messi, que hoy recogera el FIFA World Player 2009, en una final mundial ante un equipo argentino. Ya hemos hablado de Messi cuando juega como culé y cuando lo hace con la albiceleste y la manera en la que se resolvió el partido va a dar para hablar y escribir mucho.
Pero hoy no, hoy quería escribiros sobre otra cosa que me ha producido vergüenza ajena y que puede explicar porqué hay tantas bitácoras en España sobre fútbol. Y es que el trato que se le ha dado a nivel mediático a Estudiantes de La Plata ha sido lamentable.
Leer o escuchar cosas como "Verón +10", "Van a dar muchas patadas" o que se recuperara aquel espíritu de "The Animals" hace muy poca justicia con un equipo que ganó la última Libertadores de manera tan justa y merecida como heroica.
Es innegable que la llegada de Verón ha revitalizado al equipo, pero ya era algo más que el ex de Inter y United entre otros. Lo primero de todo es decir que es uno de los equipos que mejor juega en Sudamérica y sin basar su juego en la dureza; que cuenta con uno de los mejores entrenadores del continente americano y que, pese a no tener el nombre en Europa que tienen Boca o River, tiene una riquísima historia y un palmarés que creo que se ha faltado al respeto en estos días desde España.
Y a los hechos me remito. Ya comenté en el Twitter del blog que el partido, sin ser brillante, estaba siendo toda una batalla táctica porque el Pincharratas había planteado un partido sabiendo anular las virtudes del rival y potenciando las suyas propias. No se podían creer muchos analistas y comentaristas lo que estaban viendo. Incluso cuando el Barça apretó en la segunda mitad, Estudiantes no se descompuso: cerraba todos los huecos, cortaba las líneas de pase en las zonas peligrosas y ganaba siempre en el juego por alto (salvo las jugadas que les costó los tantos).
El Barça mereció ganar porque fue más certero, pero no hubiera sido injusto que el título hubiera viajado a La Plata.
Y aunque estoy seguro de que esto servirá de lección a mucha gente que se gana la vida haciéndonos llegar la información deportiva en esta península, quería dejar claro a todos nuestros lectores sitados en el Cono Sur, que aquí, no todos estábamos tan seguros de la victoria culé, que no todos pensábamos que Estudiantes era un equipo de cuatro amigos y sobre todo, por lo menos yo, agradezco la entrega durante los ciento veinte minutos de partido para demostrar y de paso, tapar muchas bocas, además de servir de moraleja a mucha gente.
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Postales desde Abu Dhabi
8 Comentarios
O que terminado el primer tiempo se cortara la cobertura en directo de la final, tal vez temiendo que el club argentino terminara alzando algo que volvería a ser bautizado como "Copa Toyota".
Ya sabes que yo tengo el corazón dividido entre Argentina y España... y que muchas veces trato de buscar una visión equidistante, y conciliadora. Pero esta vez se han pasado. Y eso que era Estudiantes... ¿Qué se hubiese dicho de un Liga de Quito, o de un equipo con menos historia, que podría haber estado en el lugar de los "pinchas"?
A veces siento que la prensa deportiva española es cada vez más ciega para ver fuera de Europa. Es curioso, porque el público español está ávido de fútbol internacional, como prueba la gran cantidad de blogs que se dedican al tema.
Será cuestión de tener fe y esperar un lento cambio en la mirada que desde Madrid y Barcelona (donde están las cabeceras de la prensa deportiva española) se tiene sobre el balompié no europeo.
Un abrazo con nieve!
Desde la ignorancia, supongo que tú, Ariel, podrás ilustrarnos mejor sobre lo que significa en Sudamérica, me da la sensación de que en Sudamérica se siente con una pasión similar a un campeonato del mundo de selecciones mientras que en Europa es un trámite, a veces incómodo por viajes y desajustes en fechas que provoca, que si se gana pues se celebrará y si no se gana pues no es el fin del mundo.
Recuerdo cuando se jugaba en Tokio y los equipos sudaméricanos viajaba allí con una semana de antelación para concentrarse mientras que el equipo europeo viajaba el día de antes o dos a lo sumo para hacerse fotos con los ricos nipones que organizaban el torneo.
Quizá esta falta de interés por el torneo puede ser fruto, como comentáis, de decadas de menosprecio de la prensa europea, no sólo la española, hacia el torneo y hacia los equipos sudaméricanos.
Saludos
Es la única oportunidad en el año que un equipo que te resulta cercano (sea o no de la liga de tu país) puede medirse ante esos equipos que desde la distancia geográfica a veces resultan más grandes de lo que a veces son.
Yo no puedo poner en palabras lo que para mí significa el recuerdo del partido que mi Vélez ganó en Japón al Milan. Jamás me puedo olvidar de eso. Y cada vez que estoy en Buenos Aires, el paso por la puerta del club es obligado... allí está expuesta una gigantografía -escrita en japonés- del afiche que se publicó en Tokyo para publicitar ese partido.
Volviendo a la realidad... sí, no me caben dudas de que en América Latina la Intercontinental o el Mundial de Clubes se toman de una manera más trascendente que en Europa. Reitero... creo que el tema pasa por el hecho de que ese partido consituye la única oportunidad en el año en que el fútbol sudamericano puede jugar de igual a igual ante una potencia de Europa.
Todos somos muy jóvenes -afortunadamente- y no tenemos recuerdos de esa época. Pero tras la segunda guerra mundial, los equipos sudamericanos importantes (especialmente los argentinos y los uruguayos) hacían giras por Europa, en las que se enfrentaban a los equipos más importantes. Recuerdo haber visto algún documental en el que River era recibido en Madrid y en Milán como si se trataran de los Beatles. Evidentemente, aquél era el River "de la Máquina" (un equipo histórico), y mucha agua ha corrido desde entonces.
Un abrazo a todos!