El pasado viernes recordábamos uno de los iconos en la historia de la selección Croata, Boban, un jugador que se sentía muy ligado a todo lo que significaba la camiseta cuadriculada.
Y evocando a Boban nos vienen a la memoria recuerdos de los grandes tiempos de este combinado en la década de los noventa cuando firmó una fantástica Eurocopa en el 96 en Inglaterra y logró un histórico tercer puesto en el Mundial del 98 en Francia.
Muy lejanos quedan estos recuerdos en la actualidad puesto que le ha costado a Croacia enlazar otra generación tan buena como aquella y, pese a que tiene jugadores de gran nivel, no llegan a ser cracks de clase mundial como antaño. Krankjar, Modric y, un escalón más bajo, Olic o Srna son sus jugadores más destacados.
Por eso la Federación Croata se ha puesto las manos a la obra en busca de potenciar su selección y recuperar el puesto que tuvo en otros tiempos y fruto de ese trabajo logró la nacionalización de un delantero que despuntaba en el Dinamo de Zagreb de origen brasileño, el actual delantero del Arsenal Eduardo Da Silva.
Un tanto exótico ver a un fino brasilero en una selección balcánica pero hasta el momento ha cumplido con creces y consiguió formar parte del grupo que se clasificó para la Eurocopa de este verano. Lástima que una grave lesión no le permita disfrutar del premio que tanto trabajo le ha costado.
Pero la historia no acaba aquí. La Federación Croata sigue buscando medios para conseguir talento a corto plazo y no tiene en cuenta de donde venga. Así que los informes mandaron a los ejecutivos a Argentina, país en el que tantos y tantos europeos marcharon en gran parte del siglo pasado, y ha encontrado a dos jugadores con origen, agarraos los machos, croatas (o yugoslavos de la época). Los chicos en cuestión fueron Bilos que destacó en Banfield, pero no logró la confirmación en Boca y ahora forma parte de un gran proyecto que no acaba de arrancar como lo es San Lorenzo. Un buen delantero reconvertido a centrocampista.
El otro jugador lleva unas buenas temporadas si bien aún no ha dado el salto a un grande en Argentina, se trata de Darío Cvitanich, que en la actualidad defiende los colores de Banfield (curiosa coincidencia).
El tema esta claro en el caso de Bilos que ya ha disputado partidos en la absoluta de Argentina pero no el de Cvitanich, aunque su entorno asegura que no jugará para Croacia.
No tuvieron que marcharse tan lejos para seguir buscando buenos jugadores a los que nacionalizar en su ardua tarea de búsqueda, puesto que otro jugador con raíces croatas está jugando en la actualidad en el Schlake 04 a un gran nivel, Ivan Rakitic. En esta ocasión si que consiguieron que el medio nacido en Suiza eligiera a la selección de Croacia para forjar su carrera como internacional con la que ya ha jugado seis partidos a sus veinte años.
Todo esto crea muchos debates y muchos resquemor por parte de países con no tantos medios para el fútbol como lo son Argentina (que le quieren "robar" jugadores por todos lados) o con poca tradición como Suiza (que no puede ofrecer tantas garantías como Croacia para disputar torneos).
Y me voy a despedir dejando, como no, una reflexión en el aire ¿No sería mejor el dinero de los trámites burocráticos viajes, y quién sabe que más, en escuelas e infrastucturas para formar el talento en casa?
Y evocando a Boban nos vienen a la memoria recuerdos de los grandes tiempos de este combinado en la década de los noventa cuando firmó una fantástica Eurocopa en el 96 en Inglaterra y logró un histórico tercer puesto en el Mundial del 98 en Francia.
Muy lejanos quedan estos recuerdos en la actualidad puesto que le ha costado a Croacia enlazar otra generación tan buena como aquella y, pese a que tiene jugadores de gran nivel, no llegan a ser cracks de clase mundial como antaño. Krankjar, Modric y, un escalón más bajo, Olic o Srna son sus jugadores más destacados.
Por eso la Federación Croata se ha puesto las manos a la obra en busca de potenciar su selección y recuperar el puesto que tuvo en otros tiempos y fruto de ese trabajo logró la nacionalización de un delantero que despuntaba en el Dinamo de Zagreb de origen brasileño, el actual delantero del Arsenal Eduardo Da Silva.
Un tanto exótico ver a un fino brasilero en una selección balcánica pero hasta el momento ha cumplido con creces y consiguió formar parte del grupo que se clasificó para la Eurocopa de este verano. Lástima que una grave lesión no le permita disfrutar del premio que tanto trabajo le ha costado.
Pero la historia no acaba aquí. La Federación Croata sigue buscando medios para conseguir talento a corto plazo y no tiene en cuenta de donde venga. Así que los informes mandaron a los ejecutivos a Argentina, país en el que tantos y tantos europeos marcharon en gran parte del siglo pasado, y ha encontrado a dos jugadores con origen, agarraos los machos, croatas (o yugoslavos de la época). Los chicos en cuestión fueron Bilos que destacó en Banfield, pero no logró la confirmación en Boca y ahora forma parte de un gran proyecto que no acaba de arrancar como lo es San Lorenzo. Un buen delantero reconvertido a centrocampista.
El otro jugador lleva unas buenas temporadas si bien aún no ha dado el salto a un grande en Argentina, se trata de Darío Cvitanich, que en la actualidad defiende los colores de Banfield (curiosa coincidencia).
El tema esta claro en el caso de Bilos que ya ha disputado partidos en la absoluta de Argentina pero no el de Cvitanich, aunque su entorno asegura que no jugará para Croacia.
No tuvieron que marcharse tan lejos para seguir buscando buenos jugadores a los que nacionalizar en su ardua tarea de búsqueda, puesto que otro jugador con raíces croatas está jugando en la actualidad en el Schlake 04 a un gran nivel, Ivan Rakitic. En esta ocasión si que consiguieron que el medio nacido en Suiza eligiera a la selección de Croacia para forjar su carrera como internacional con la que ya ha jugado seis partidos a sus veinte años.
Todo esto crea muchos debates y muchos resquemor por parte de países con no tantos medios para el fútbol como lo son Argentina (que le quieren "robar" jugadores por todos lados) o con poca tradición como Suiza (que no puede ofrecer tantas garantías como Croacia para disputar torneos).
Y me voy a despedir dejando, como no, una reflexión en el aire ¿No sería mejor el dinero de los trámites burocráticos viajes, y quién sabe que más, en escuelas e infrastucturas para formar el talento en casa?
4 Comentarios
Por ejemplo. ¿Cómo puede representar el fútbol de un país un tío que a los dos años emigró de ese país y no ha sido formado futbolísticamente nunca en ese país? Es absurdo. No me gusta ver Pernías, Pizzis, Donatos, Sennas en la selección española. Y no es que sea racista, simplemente que creo que las selecciones deben representar las escuelas de fútbol de ese país. Imaginaos que en Italia juegan 5 brasileños nacionalizados (como pasa en el futbol sala). La selección perdería su identidad, esa que le ha hecho grande.
Otra cosa es que hicieran un mundial de las ligas de cada país, que sería una gran idea. Imaginaos un equipo con Etoo, Messi, Robinho, Ayala... contra otro con Cristiano Ronaldo, Torres, Drogba, Terry, Cesc, Lampard... Sería una bonita competición.
O una selección británica... buah, pues no serían equipazos.
¿Así que en tu selección de la Premier meterías a Torres y a Cristiano Ronaldo? Madre mía, como has traicionado tus principios.
Saludos
Saludos