Toco y me voy: Messi en Barcelona, Messi en Argentina

Nadie puede dudar que la temporada pasada se produjo un acontecimiento que muchos esperaban en Can Barça: la explosión definitiva de Messi. Goleador, líder, espectacular, carismático... y encima sin lesiones, algo que quizás nos hubiera apartado de ver esta versión del argentino antes.

Con todo esto, cada presencia de Messi en la selección argentina era observada con lupa. Si los paralelismo en el juego en el Barça con Maradona era más que obvios el aficionado romántico al fútbol se moría de ganas por ver actuaciones parecidas a las que cada fin de semana regala en la Liga pero con la albiceleste y con el 10 a la espalda.

Quizás su debut con la selección absoluta en un Hungría - Argentina de la mano de Pekerman (hombre que conoce muy bien las inferiores de Argentina) fue un presagio de lo que iba a ser su trayectoria (hasta la fecha) con Argentina: no llegó a los dos minutos sobre el campo tras ser rigurosamente expulsado tras un forcejeo con un defensor húngaro.
Fue acudiendo, pese al debut, a posteriores convocatorias y su presencia en el Mundial de 2006 parecía la confirmación de todas las cosas buenas que apuntaba y que una lesión con el Barcelona privó de concretar antes.

Messi estuvo, pero no pareció convencer del todo a Pekerman, que le dejó poco minutos, generalmente de sobrantes pero que aún así logró estrenarse como goleador ante Serbia. Con Argentina ya eliminada, muchos criticaron al técnico por la poca bola que le dio al "Pulga".

En 2006 Basile se hace cargo de la selección y se centra en darle más peso a Messi consciente de las posibilidades del delantero.
Y aquí, segurmanente lleguen los mejores momentos de Messi con la selección: es gran protagonista de Argentina en la Copa América de 2007 donde sólo la pegada de Brasil en la final le apartó del título. Incluso nos dejó uno de los goles del torneo, con una magnífica vaselina en el choque ante México.

Durante el año 2007 sigue acudiendo a las llamadas del combinado nacional y sigue dando muestras de crecimiento, pero eso sí, sin llegar al nivel que demostraba en Europa, pero sin llegar a preocupar.
En 2008 con la disputa de los JJOO de Pekín (y toda la polémica que rodeo su presencia) vuelve a dar muestras de liderazgo y logra dirigir al joven equipo con un par de grandes actuaciones a la consecución de la medalla de oro.

Ahora bien, tras la disputa de los Juegos, Lio inicia, como contaba al principio, una temporada en la que confirma con creces todo lo que se esperaba de él y firma una temporada de ensueño que le dirige como un cohete a lograr todos los grandes galardones individuales que se entregarán a finales de 2009 después de haber ganado todo lo disputado en la pasada temporada.
Mientras tanto, Argentina entra en un bache de juego en la clasificación que desemboca en el cambio de Basile por Maradona, que deja claro que quiere que Messi, el delantero que está siendo decisivo en Barcelona sea el mismo cuando se vista de albiceleste.

Y hasta la fecha: nada. Una actuación decepcionante detrás de otra hasta el punto de que se cuestione su titularidad.
Primero se cuestionó el acierto de que Maradona sea su entrenador (y hasta se piensa en contratar a Guardiola para que le haga jugar bien), después de que no tiene los mismos compañeros que en Barcelona y ahora, ya directamente, se le acusa de "pechofrío" y se le hace prescindible.

Y desde aquí yo propongo este debate ¿por qué Messi es tan diferente en Barcelona? ¿Puede ser como ya dijo que es un tema psicológico? ¿Existe alguna manera de que juegue igual que en Europa vestido con la zamarra de Argentina?