El fútbol es un mundo lleno de supersticiones, desde los hinchas que piden ayuda divina antes de cada partido hasta los dirigentes que cumplen decorosas promesas cuando sus equipos logran los objetivos marcados pasando por los propios jugadores, protagonistas de mil y una manías tanto dentro como fuera del campo.
Pero en la historia de hoy, el tema va más allá, porque una cosa es solicitar auxilio a seres superiores y otra es invocarles para causar una desgracia a alguien que te causó mal. Y aquí entan en juego los protagonistas de esta entrada: el delantero camerunés Makanaky y el Barcelona de Ecuador.
Cyril Makanaky fue un buen mediapunta que saltó a la fama casi que de la mano que de su selección en el Mundial de 1990 y tuvo una buena carrera en el fútbol galo y español (Málaga y Vila-Real) antes de querer poner punto y final a su carrera profesional con un segundo paso por el Barcelona de Guayaquil.
Y fue en Ecuador donde sacó su lado menos amable por el motivo que, por norma, mueve más a los jugadores a hacer cosas increíbles: el dinero.
Porque buena paga más primas negocio el club de los astilleros con el africano, hasta el punto que el no poder pagarle supuso el fin de la relación contractual, su retirada del fútbol y una maldición que aún perdura.
Existen dos versiones sobre la maldición: una de ellas dice que Makanaky, junta a dos brujas lugareñas simpatizantes del Emelec organizaron un aquelarre para maldecir al Barcelona mientras que otras dicen que Makanaky mandó una camiseta a un brujo de su Camerún natal para que hiciera los rituales necesarios para que la maldición surtiera efecto.
Sea como fuere, desde el final de aquella campaña de 1997 hasta el día de hoy, el Barcelona está sumido en una crisis deportiva que ha ido derivando poco a poco en una crisis económica que le ha alejado de su cómodo puesto de dominante del fútbol ecuatoriano.
Desde aquella maldición además, han sido más jugadores los que han denunciado al club por impagos, su estadio fue embargado (15,8 millones de dólares) e incluso con un cambio de directiva que invirtió diez millones de dólares en armar un equipo potente para ver que el equipo sigue sin levantar copas.
Dicen que distintos brujos realizan rituales alrededor del estadio para contrarrestar la maldición de Makanaky.
Con todo esto, quizás los doscientos mil dólares que enrabietaron a Makanaky, hayan sido los más caros de la historia del fútbol moderno.
3 Comentarios
Un saludo!!
Saludos
Y creo que al Barcelona de Guayaquil le encantaría tener un vínculo más sólido con el Barça, seguro.
La historia de Makanaky, muy interesante.