No puedo dejar de sorprenderme por ver como otro equipo de la Premier ha caído seducido por el petrodólar y la pequeña revolución que ha generado en un par de días.
El caso es que el (mi) Manchester City ha cambiado de dueño, el ex primer ministro tailandés convertido ahora en mero accionista y presidente honorífico del club ha vendido el club a un grupo inversor Abu Dhabi Utd. que ha venido decidido ha "armar el taco" a base de fichajes multimillonarios.De primeras ha demostrado su poderío y su poder económico al "levantarle" al todo poderoso Chelsea el fichaje de Robinho y, lo que es más importante, pagando los 40 (o 42 según fuente) millones del pase en un único plazo.
Pero este no fue el único movimiento que estuvo en la cabeza de los nuevos dueños de los Citizens, ya que los nombres de Villa, Henry, Van Nistelrooy y hasta el manido de Cristiano Ronaldo, al que han tasado en 165 millones de euros y por el que ofertarán 170 tan pronto tengan ocasión.
En resumen, dicen disponer de 300 millones de euros para montar un equipo campeón que en la temporada 2010/2011 esté jugando la Champions.
En medio de este baile de nombres y cifras quiero aferrarme a la cordura y sobre todo, escribo con la sana intención de remover conciencias. ¿Es respetable que se hable de estos dineros tal y como está el mundo? Guerras, hambre, catástrofes naturales, conflictos paramilitares a nivel mundial, y problemas para llegar a fin de mes y economías estancadas a nivel doméstico hacen que el más despegado del fútbol lea titulares con algo más que enfado y los que nos apasiona este juego hablemos de cantidades desorbitadas de dinero como si fuera lo que cuesta una barra de pan o llenar el depósito de gasolina.
Puede que estos párrafos sean demagógicos porque no soy quien para decirle a los demás en qué se deben de gasta el dinero y ni tan siquiera colaboro económicamente en hacer del mundo en el que vivo un lugar mejor para mí y lo que venga detrás, pero tan demagógico como real es de lo que quería saber esta noche a través de vuestras opiniones
¿Está el mundo del fútbol perdiendo el norte al mover estas cantidades de dinero, casi de ciencia ficción?
