Gracias a las semifinales de la Champions de este año (y no a la cobertura televisiva de este evento en España) vamos a poder presenciar de nuevo uno de los mejores cara a cara que podamos ver en estos momentos en el panorama europeo.
Por un lado vendrá Cristiano Ronaldo, el jugador más en forma del momento y el más decisivo en las victorias de su equipo (ya el año pasado lo lídero en asistencias y goles) que está liderando al Manchester United, el equipo que sin lugar a dudas ha practicado el juego más dinámico y ofensivo que hemos podido ver este año por el Viejo Continente.
Por el otro lado veremos a Leo Messi, el extremo más vertical del fútbol actual y al que todos en Barcelona (compañeros y afición) se agarran para hacer algo este año, como jugador más destacado del Barça que ve en esta Champions la única manera (y vaya manera) de salvar la temporada en la que, una vez más, aspiraban a todo.
Lo más curioso es que nos encotramos delante de dos jugadores en peligro de extinción, dentro de lo que cabe, de lo poco que queda a primer nivel de extremo puro.
Ambos tienen en común que deciden los partidos partiendo de la banda derecha y dejando rivales por el camino.
Pero en estos momentos, el 7 del United, está más trabajado que Messi. Ya no sólo es un jugador de una excelente calidad técnica plasmada en regates imposibles y lujos (a vece innecesarios) con el balón, sino porque ya desde el año pasado juega y hace jugar a sus compañeros.
A todo esto le añadimos su sorprendente golpeo de balón en faltas (que menudos goles nos ha dejado este año) y el crecimiento de su participación en el juego aéreo, algo que ya mostró en la útlima Eurocopa.
Messi, por su parte, sigue sin tener suerte con las lesiones, y no hemos podido ver hasta dónde es capaz de llegar jugando una temporada completa con su equipo. La suerte para él (y para nosotros) es que cuando ha vuelto de una lesión, lo ha hecho con la misma frescura de siempre, como si no hubiera estado mucho tiempo parado.
No tiene el regate hipnótico del portugués, pero su slalom con el balón y su habilidad para dejar a los defensas del rival en el suelo en reducidos espacios de terreno, le hacen igual de peligroso.
En cuanto a otros detalles técnicos como el disparo (el que le cuesta armar) o los centros desde la banda una vez vencido al rival (si bien siempre le caen a su pierna mala) deberá de pulirlos para ser igual de completo que Cristiano Ronaldo. Tiempo tiene para ello.
Es curioso como Cristiano Ronaldo por segunda vez consecutiva, se encuentra en una semifinal europea a un "rival" por el cetro del fútbol europeo, ya que la temporada pasada United y Milan se vieron las caras, siendo Kaká el protagonista del partido de ida en Old Trafford donde tuvo una actuación espectacular y, ya en la vuelta, parte del rodillo rossonero que aplastó a los diablos rojos.
Supongo que el extremo portugués tendrá en mente ese partido, para aplicar lo aprendido en esta semifinal ante su otro "rival".
La "Pulga", por otro lado, también tiene una espina clavada con esta competición, puesto que el año en la que el Barça se coronó en París, no llegó a tiempo de una lesión y no tomó parte en la final. En varias ocasiones ha declarado que eso, en cierta manera, es una mancha en su corta carrera como culé después de la buena temporada en Champions que hizo aquel año.
Por todo esto y muchas otras cosas que me dejo en el teclado, el partido de mañana, pese a ser una ida, esta cargado de detalles individuales que no debemos dejar pasar, puesto que en estos momentos, es difícil ver a dos jugadores tan espectaculares como desequilibrantes enfrentarse en una eliminatoria.
Por un lado vendrá Cristiano Ronaldo, el jugador más en forma del momento y el más decisivo en las victorias de su equipo (ya el año pasado lo lídero en asistencias y goles) que está liderando al Manchester United, el equipo que sin lugar a dudas ha practicado el juego más dinámico y ofensivo que hemos podido ver este año por el Viejo Continente.
Por el otro lado veremos a Leo Messi, el extremo más vertical del fútbol actual y al que todos en Barcelona (compañeros y afición) se agarran para hacer algo este año, como jugador más destacado del Barça que ve en esta Champions la única manera (y vaya manera) de salvar la temporada en la que, una vez más, aspiraban a todo.
Lo más curioso es que nos encotramos delante de dos jugadores en peligro de extinción, dentro de lo que cabe, de lo poco que queda a primer nivel de extremo puro.
Ambos tienen en común que deciden los partidos partiendo de la banda derecha y dejando rivales por el camino.
Pero en estos momentos, el 7 del United, está más trabajado que Messi. Ya no sólo es un jugador de una excelente calidad técnica plasmada en regates imposibles y lujos (a vece innecesarios) con el balón, sino porque ya desde el año pasado juega y hace jugar a sus compañeros.
A todo esto le añadimos su sorprendente golpeo de balón en faltas (que menudos goles nos ha dejado este año) y el crecimiento de su participación en el juego aéreo, algo que ya mostró en la útlima Eurocopa.
Messi, por su parte, sigue sin tener suerte con las lesiones, y no hemos podido ver hasta dónde es capaz de llegar jugando una temporada completa con su equipo. La suerte para él (y para nosotros) es que cuando ha vuelto de una lesión, lo ha hecho con la misma frescura de siempre, como si no hubiera estado mucho tiempo parado.
No tiene el regate hipnótico del portugués, pero su slalom con el balón y su habilidad para dejar a los defensas del rival en el suelo en reducidos espacios de terreno, le hacen igual de peligroso.
En cuanto a otros detalles técnicos como el disparo (el que le cuesta armar) o los centros desde la banda una vez vencido al rival (si bien siempre le caen a su pierna mala) deberá de pulirlos para ser igual de completo que Cristiano Ronaldo. Tiempo tiene para ello.
Es curioso como Cristiano Ronaldo por segunda vez consecutiva, se encuentra en una semifinal europea a un "rival" por el cetro del fútbol europeo, ya que la temporada pasada United y Milan se vieron las caras, siendo Kaká el protagonista del partido de ida en Old Trafford donde tuvo una actuación espectacular y, ya en la vuelta, parte del rodillo rossonero que aplastó a los diablos rojos.
Supongo que el extremo portugués tendrá en mente ese partido, para aplicar lo aprendido en esta semifinal ante su otro "rival".
La "Pulga", por otro lado, también tiene una espina clavada con esta competición, puesto que el año en la que el Barça se coronó en París, no llegó a tiempo de una lesión y no tomó parte en la final. En varias ocasiones ha declarado que eso, en cierta manera, es una mancha en su corta carrera como culé después de la buena temporada en Champions que hizo aquel año.
Por todo esto y muchas otras cosas que me dejo en el teclado, el partido de mañana, pese a ser una ida, esta cargado de detalles individuales que no debemos dejar pasar, puesto que en estos momentos, es difícil ver a dos jugadores tan espectaculares como desequilibrantes enfrentarse en una eliminatoria.
