La carrera de Guardiola como entrenador, por el impacto absoluto sin experiencia en la élite y por el ideario con el que ha ido trabajando, siempre tendrá su hueco en esta moribunda bitácora futbolera.
Ha costado encontrar un pequeño hueco para dejar algunas impresiones sobre el anuncio de hace unos días de su próxima incorporación al Manchester City.
Es cierto que tampoco acudirá a la llamada de un equipo fuera de la élite y sin recursos, hasta lo hace a una institución que prácticamente le ofrecerá ilimitadas posibilidades de cumplir sus peticiones (en forma de fichajes) y en donde encima, parte de la gente que valorará su labor (a nivel interno) ya es gente con la que ha trabajado y con la que tiene una buena relación personal también.
Así, en este nuevo escenario, su reto deportivo, que es lo que realmente busca siempre el entrenador catalán, no debería tener distracciones externas.
Siguiendo con el capítulo de puntos que 'allanan' la llegada a un nuevo trabajo, no hay que dejar de tener en cuenta la faena de asimilación que ha llevado a cabo Manuel Pellegrini, un entrenador con quien tiene muchos puntos en común: quiere balón y que esas posesiones sean en campo contrario. A partir de ahí ya comienzan diferencias en las diferentes velocidades con la pelota y en cómo se mueve el equipo cuando lo pierde sin finalizar la jugada. Por pedir, hasta ha llevado ya algún título para el lado celeste de Manchester.
Pero lo que más interés genera es ver qué planes tiene Guardiola para con dos de los jugadores top5 de la Premier (Agüero y Silva) y dos que están llamados a serlo en no mucho tiempo (De Bruyne y Sterling).
Y es que si algo nos dejó rápidamente la vida como entrenador de Guardiola después de Barcelona es que no es hombre de libreta poco flexible. Había quien esperaba que Ribery o Robben 'heredaran' un rol de falso 9 con el que dio la pincelada maestra a su Barcelona, como si el rescate de esa posición se hubiera transformado en su marca personal como preparador, sin embargo, captando las necesidades del equipo y virtudes de los jugadores disponibles, su primer gran cambio de posición fue la de adelantar a Lahm al centro del campo aprovechando su lectura táctica.
Yo no sé vosotros, pero espero alguna maniobra de este tipo en el City, y no sólo de manera puntual, si no detectando algún valor positivo que a Pellegrini se le haya pasado por alto o que simplemente, no haya tenido necesidad de probar ante la posibilidades que le ha ofrecido siempre la plantilla citizen.
A partir de ahí, algo que no me disgusta pero sí que creo que puede distraer a la hora de tratar de imaginar qué tiene pensado el de Santpedor para esta nueva aventura, es tener que leer sobre peticiones de jugadores que hubiera hecho Guardiola al City para contar ya con los jugadores que creyera necesarios para este nuevo proyecto: Laporte, Gundogan, Messi (!), Marcelo...
Ya queda menos para comenzar a saber cómo será esta nueva etapa de Pep en un torneo con el que tantas veces se le ha relacionado.