No fue el partido entre el Aston Villa y el Manchester United uno de esos de los que enganchó al espectador por, digamos, lo básico, que fue los goles o cuánto menos, las ocasiones que los preceden. Sí tuvo cierto ritmo y dos direcciones de campo (Sherwood y Van Gaal) que trataron de modificar sus planes iniciales en busca de corregir puntos flacos o cambiar tendencias del juego.
Una de los principales focos de atención fue la posición inicial y a lo largo del partido de uno de los fichajes más destacados del equipo rojo de Manchester: Memphis Depay.
Durante la pretemporada hemos observado como Van Gaal, que le conoce bien ya que le dirigió en el Mundial de 2014, lo alejaba de la banda donde comenzó, se asentó y se convirtió en estrella en Holanda para situarlo en una posición más centrada como complemento a Rooney. El inglés que llegó a jugar como mediocentro el curso pasado vio cumplido su deseo de volver a jugar como referente arriba. Nada de 10 o de segunda punta, sino como el primer hombre de área del equipo, sin que sea esa zona la que delimite su zona de acción durante los partidos.
Y esto dio que hablar si nos ceñimos al partido de anoche.
Lo primero es que Depay volvió a la banda y su participación en el juego fue regular y positiva en casi todas sus acciones: desbordó, se asoció con acierto y no se cansó de buscar 'su jugada'. La valoración general de su partido en la zona en la que se ha hecho como futbolista fue más que buena. Pero merece la pena escribir de todo lo que sacudió Van Gaal para sacar el mejor rendimiento a Depay.
Rooney como 9 dejó su habitual partido comprometido y de mucho kilometraje para ser siempre una opción de dar continuidad a la posesión, pero se perdió su visión para el último (o hasta penúltimo) pase y parecía, aunque se contradiga lo escrito más arriba, o se quedaba sin espacio para la acción de finalización o sin fuerzas para lllegar.
Otra sorpresa fue la inclusión en el once de Januzaj (mientras se hablaba de su salida como cedido) y como mediapunta. Hasta su (brillante) aparición para marcar el tanto definitivo, más bien pareció perdido en esa zona, tampoco el equipo quiso transitar por esa zona en demasía, más por fuera por las soluciones que daban el citado Depay y Mata, más abierto a la derecha, provocaron los mejores minutos en ataque del United.
Así, Van Gaal tiene aún trabajo en cuanto a organizar a todos sus atacantes, una vez más mostrando en Premier cosas diferentes a la que habíamos visto durante la pretemporada y con la duda en el aire sobre la llegada de Pedro, que acabaría de completar un ataque con muchas opciones y quizás con poco tiempo para encontrar la mejor opción y trabajar sus variantes.