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Sobre el debut de Odegaard

Con pocas semanas de temporada (bueno, en su caso no tan pocas) la irrupción de Martin Odegaard está siendo hasta ahora uno de los puntos de interés en el Viejo Continente. No es porque sea seguida o extremadamente exigente la Tippeligaen, pero la precocidad siempre ayuda en esto del fútbol ha conseguir, de primeras, una rápida viralización de tu juego. Después hay que tener un compromiso con seguir con cierta asiduidad cómo se desempeña el jugador para ver si, por limitar en el tiempo y poniendo ejemplos muy cercanos, podemos asistir a la aparición de un nuevo Halilovic o si Odegaard sigue los pasos de Johan Volanthen. Bueno, seguro que existe algún punto intermedio mucho mejor acotado, pero la idea de desconfiar, en principio, de este tipo de irrupciones tiene un fuerte arraigo en mis opiniones.

Durante estos meses ha ido batiendo récords a nivel local (debutante más joven y goleador más joven) y también a nivel de selecciones siendo el jugador más joven en la historia de Noruega en vestir la camiseta con la absoluta. Desde ayer suma otro nuevo hito a su corta carrera como jugador más joven en tomar parte en la fase de clasficación de una Eurocopa.
Fue en el Noruega 2 - Bulgaria 1 cuando Per Hogmo le dio entrada pasada la hora de partido sustituyendo a Moller Daehli cuando el partido se encontraba empatado. 
Es muy pronto para hablar de Odegaard como un jugador referencial en su equipo y podría ofender a alguien señalarle en ese rol con sólo dos partidos como internacional a nivel de selección pero dentro del cúmulo de virtudes que ha ido mostrando, el atrevimiento es el que más me ha llamado la atención.


Odegaard tiene la osadía de los jugadores ambiciosos en cuanto a su impacto en el juego y las capacidades técnicas que hablan claro de que hay tanto talento innato como trabajo de sus técnicos en su compresión del juego. Pero es lo primero lo que a mí me ha llamado la atención, porque es fácil listar a los jugadores que han tenido una presentación realmente llamativa gracias a una tarjeta de visita muy técnica y vistosa, pero normalmente en un marco muy concreto del juego. Odegaard destaca por querer dar una toque con color en cada participación con el balón. 
¿Mejorará con la derecha? ¿Irá 'ganando' más gol con el paso del tiempo? ¿Está destinado a ser un 'falso 9' que marque una diferencia? El hecho de poder ir acompañando la resolución de estas preguntas con el paso de los partidos es uno de esos hechos por los que nos gusta tanto el fútbol.