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El Madrid domina los dos registros.

Como en cada temporada los encuentros entre Real Madrid y Barcelona, por la concentración de buenos jugadores que se produce y por los sistemas que pueden llegar hasta marcar tendencia a lo largo del Viejo Continente, se convierten durante algunas horas en el partido que todo aficionado, a todos los niveles, planifica para ver. A algunos incluso no les importa el hacerlo en diferido hasta sabiendo el resultado y las polémicas colaterales que éste ha dejado.
No es para menos, quizás desde los últimos seis o siete años además ha cobrado mucho protagonismo el partido en la pizarra, educando al hincha en cuanto a ver cómo los entrenadores detectan los puntos débiles del rival y planean algún automatismo para comenzar desde ahí su ataque.

Las dos partes que formaron el conjunto del partido nos mostraron un montón de detalles desde dos escenarios muy diferentes.
En la primera mitad se pudo ver a un Real Madrid y a un Barcelona que aprovecharon mejor los errores del rival que imponer su estilo o idea para el partido. Entre los de Ancelotti existió una diferencia grande, o cuanto menos más de la permitida, entre sus dos centrales Pepe - Ramos y los dos centrocampistas que iban a actuar por dentro, Kroos y Modric. Una zona clave si te vas a enfrentar a un equipo con Leo Messi, que dejó sus mejores momentos hasta que esa distancia entre rivales se redujo.
Además, con un 4-3-3 muy marcado cuando no tenía el balón, provocaba la acumulación en la zona de influencia de Alves para, como tantas otras veces hemos visto, acumular rivales en ese espacio y buscar rápidamente la banda contraria donde Neymar empezó muy fuerte. También fue un automatismo que Ancelotti detectó y corrigió a la mayor brevedad. El Barça ya se había adelantado y durante la primera media hora de partido supo atacar con acierto y sólo la falta de puntería permitió al Madrid no haber encajado un gol más antes del empate.

Pero el Barça también hizo cosas mal en este primer periodo y con ello dio vías de escape al Madrid para atacarle. Fue la primera vez en mucho tiempo en el que el Madrid pudo discutirle la posesión al Barça y hacerle daño tanto en los ataques estáticos como en los contraataques. Hasta se pudo ver una faceta poco común en el equipo blanco de cierta precipitación en el área ante un Barça que daba muestras de defensas poco sólida.
El penalty que dio paso al empate vino en la enésima intentona del Madrid por hacer daño por el lado de Alves (por cierto, acertado en el pase cuando no insiste en colgar balones al área sin razón). Este ataque obligado por la desventaja sirvió al Barcelona para tener opciones de contragolpear sin tener que preocuparse por reajustar una defensa que no parecía acabar de imponerse a la delantera rival.



Y la segunda parte significó un cambio total en lo visto en el primer tiempo: la igualdad, en lo bueno y lo menos bueno, los intercambios de golpes y la sensación de que el Barça estaba cómodo con menos posesión de la habitual terminó en el momento en el que Pepe aprovechó una buena jugada de pizarra en un córner para poner el 2-1.
A partir del gol que ponía en ventaja a los locales el Barça se descosió, perdió la batalla en el medio (si en este periodo la hubo)y atacó de una forma tan desordenada que permitía al Madrid hacer de cada recuperación una llegada clara al área. El mejor ejemplo fue el 3-1 cuando un córner mal ejecutado acabó en una transición vertiginosa adornada con diferentes errores azulgranas hasta el remate de Benzema.

Con ese resultado en el marcador ya pudimos ver perfiles más familiares si lo comparamos con lo visto en otros encuentros entre estos dos equipos: el Madrid cómodo esperando y feliz por los espacios para poder salir a toda velocidad ante un Barcelona que no era capaz de hilar un ataque en condiciones o desordenar al equipo blanco. Tal fue la falta de ideas que hasta los cambios que hizo Luis Enrique para variar lo que mostraba su equipo no hicieron más que empeorar las posesiones y agilizar las carreras desesperadas hacia atrás, donde una vez más, Mascherano se mostró como un titán en este apartado.

Así, con un resultado tan contundente como justo, el Barça se encuentra con la segunda derrota de la temporada, en su segundo partido importante y con varios jugadores cuestionados a la hora de responder en los partidos de exigencia máxima. Pero no todo fueron malas noticias, el debut de Luis Suárez fue positivo en cuanto a su adaptación al nuevo equipo. Cuando recupere la forma física habrá que estar atentos a su impacto en la Liga.
En el Madrid, como no puede ser posible cuando ganas un partido ante el eterno rival, muchos protagonistas positivos de donde destacan 'Isco' con su participación con y sin balón (de bastante valor esta última) y el refuerzo de que este centro del campo, que casi se puede considerar de cuatro '10' sirve para todo tipo de partidos y en todo tipo de situaciones.