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Dísculpeme señor Alcácer

Hace unos meses recibí una invitación para colaborar en una guía digital sobre algunos de los jugadores jóvenes con mayor proyección del momento. Un día deberíamos hablar claramente sobre las colaboraciones que aparecen y desaparecen a través de las redes sociales. Pero hoy no.
El caso es que, casualidad o no, quien dirigía aquel proyecto, me consultó sobre Gayá y Paco Alcácer. Nombres muy familiares para alguien que aunque sea de forma indirecta vive de cerca el día a día de un club como el Valencia.

Recuerdo haberme desecho en halagos hacia el joven lateral de Pedreguer. Ciertamente habiendo visto algunos de sus partidos con las inferiores de la selección y sus, por aquel entonces, escasos minutos con el primer equipo se podía intuir que ahí había un lateral de Primera a poco que le dieran confianza y le respetaran las lesiones. 
No fui tan generoso en alabanzas hacia Paco Alcácer. El delantero valencianista también había destacado en los filiales ché y contaba con una interesante trayectoria como internacional sub, pero en aquellos días sus registros no me parecieron lo suficientemente completos como para asumir el rol de 9 titular del Valencia.



La verdad es que en aquel perfil me dejé influenciar mucho por la situación del equipo. Pizzi dirigía al Valencia y Alcácer no era su primera opción para el ataque, además la entrada o no de nuevos dueños en el club comenzó a generar una serie de nombres para reforzar el ataque de un recorrido contrastado. A mi me parecía que de seguir en el Valencia, el rol de Alcácer no pasaría del de plan B a la sombra de puntas con más experiencia. Ni tan siquiera su noche mágica contra el Basilea me sirvió como señal. Puede que hasta su discreto paso por el Getafe pesara demasiado a la hora de ver las posibilidades de Alcácer en Primera.
Pero la limpia que ha vivido el Valencia durante el verano unido a la llegada de Nuno al banquillo valencianista ha supuesto un tsumani que ha acabado con todo lo negativo que tanto en lo deportivo como en lo social sembraba de dudas el pasto de Mestalla.

Nuno, todavía sin haberse visto influenciado por lobbys se ha mostrado hasta ahora como un técnico muy preparado, un excelente comunicador y 'explicador' ante los medios de lo que ocurre en el terreno de juego. Así, sin tiempo para casarse con nadie entrega los galones al joven Alcácer que, con esa inyección de confianza, responde con goles a su nueva situación en el Valencia. Tal es el estado de gracia del 9 del Valencia que le llegó una convocatoria para formar parte de la generación que recoge el testigo de la etapa más gloriosa de la selección española.

Pero para satisfacción del aficionado del Valencia, no sólo es gol Paco Alcácer (que no es poco), sino que también está siendo hasta ahora un abanico de cómo debe funcionar un 9 sin pelota en un equipo que quiere dominar los partidos: continuos desmarques, una sucesión de soluciones a los pasadores que provoca duda en el defensor y espacios, que suele ver él también, para sus compañeros.
Con todo esto es fácil hablar del jugador más en forma de la Liga y uno de los grandes responsables de la fantástica situación liguera del cuadro blanquinegro en un año extraño donde sólo jugará en dos competiciones y que le puede dar ventaja con respecto a otros competidores por ocupar puestos euroepeos al fin del torneo.

La única duda que puede asaltarnos con respecto a Alcácer es verle ante rivales de mayor exigencia en cuanto a su trabajo sobre el césped. El Valencia se las verá con la Real Sociedad y con el vigente campeón, el Atlético de Madrid, en las siguiente jornadas antes del doble enfrentamiento regional ante Elche y Vila-Real. Cerrará el mes de noviembre recibiendo a Athletic y Barça para jugar entre medias el derby contra el Levante. Un calendario que le permitirá tener ligeros respiros si lo comparamos con los 'tourmalets' que hemos visto en otras campañas. 
Todo parece ordenado para que veamos a Alcácer y también al Valencia de Nuno pueda seguir su plan trazado para seguir creciendo y asentando los nuevos automatismos que el delantero de Torrente se encarga de finalizar.

Así, con una nueva muestra de lo sorprendente que puede llegar a ser el fútbol, para mí por lo menos, la Liga redirige sus focos hacia un equipo que parecía un barco a la deriva hace unos meses y que ahora se ha convertido en el velero que mejor aprovecha cuando hay viento favorable, uniéndose a una lista de puntas que ha tenido en los últimos años el Valencia que han servido para asentarle entre la élite del fútbol nacional y europeo.

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