Destino Maracaná: Bélgica

Hay equipos de irregular trayectoria en los Mundiales, muy dependientes de juntar generaciones de alto nivel competitivo y técnico para dar ese salto, y si llevamos un tiempo a la espera de 'the best next thing' esta selección de Bélgica cumple con los requisitos para ser ese equipo que los que saben señalan como un claro candidato a ser un 'tapado' una selección que se cuele entre los candidatos a ser recordados en este Mundial. Con jugadores de primerísimo nivel en todas las líneas pero con alguna características especiales que pueden plantear algunda duda, Bélgica es un equipo que merece la pena ser seguido con cierto detalle. 

Uno de ellos es el de contar con el portero más en forma del momento, Thibaut Courtois, que con sólo 22 años vive el mejor momento de su carrera, por lo que se le antoja un futuro legendario en el primer nivel. Infalible por arriba y con reflejos felinos, desprende una seguridad que hace que mitos como Pfaff o Preud'Homme puedan sentirse reflejados en él.
Pero si hay una línea digna de análisis es la defensa que ha asentado Marc Wilmots en el equipo: cuatro jugadores que originariamente han aparecido en la élite como centrales, ocupan los cuatro puestos de la defensa como norma: Alderwiereld como lateral derechos, Kompany y Vermaelen por dentro y Vertonghen por izquierda.
Los del defensor del Tottenham es una opción asentada desde hace tiempo y es cierto que el rendimiento en ese flanco está siendo alto, proyectándose en ataque con inteligencia, acierto y mucha potencia. Algunda duda más ofrece el jugador del Atlético de Madrid, más irregular en cuanto a su participación a lo largo de la temporada, pero también bastante aplicado en esa zona con la selección.
Kompany, para muchos uno de los mejores centrales del mundo, ha vivido una temporada con algún error grosero, pero su fiabilidad y aportación en acciones a balón parado están por encima de esos fallos humanos.
Detrás de estos teóricos titulares, nombres también de nivel como los veteranos Van Buyten y Lombaerts y del recuperado para la causa Vanden Borre son recambios de garantías.



El centro del campo nace en la figura de Witsel como primera referencia. Un mediocentro de corte moderno, algo duro, pero con un buen juego de distribución y hasta desaires de llegadas al área. Por delante la posición que ocupa otra de las figuras del equipo, Fellaini, es un interesante debate. Desde su salida del Everton han deambulado como doble pivote, interior y mediapunta sin alcanzar el rendimiento que le convirtió en uno de los jugadores más deseados del mercado estival del pasado año.
De Bruyne tomaría parte en el centro del campo también, una de los jugadores más interesantes del equipo por su verticalidad y recursos.
Dembele y Deofur tendrán minutos sobre todo si Wilmots busca partidos de un ritmo más lento o ser más fuerte en la zona ancha.

En el ataque la velocidad parece la primera norma. Bajo la dirección del eléctrico Hazard, llamado a ser uno de los hombres del torneo y con la pegada de Lukaku, un futbolista que puede usar el torneo para buscar una pretendiente que lo saque del extraño ostracismo que vive en el Chelsea satélites de gran nivel como Mertens, Mirallas y el último en llegar, Januzaj, presentan un ataque belga que hace honor a su mote en cuanto a lo diabólico de sus posiblidades y una de las líneas más atractivas para que el espectador neutral pase un buen rato frente a la tele.

Como comentaba al principio, Bélgica tiene potencial como para dar una agradable sorpresa a partir de un fútbol vistoso, sólo ver si el vértigo o la inexperiencia en ciertos escenarios del torneo puede sembrar dudas de que lo pueda lleva a cabo.

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