En unas horas se anunciará quien será nombrado como Balón de Oro del año 2012. Un premio que desde abril del año pasado, sin mucho sentido, se ha ido debatiendo siempre desde una terna de juagdores que no desentonarían para nada a la hora de alzar este premio. Que si el fútbol de Xavi, que si el instinto de Falcao, que si el impacto de Cristiano, la armonía de Iniesta o la determinación de Messi. Sinceramente cualquiera de ellos merecería el premio, porque para mí, todos los Balones de Oro que le den a Messi son redundantes. El argentino bien no podría haber ganado ninguno y muchos seguirían (seguiríamos) diciendo que es el tipo que mejor hemos visto jugar a esto.
Pero ¿cuáles han sido los Balones de Oro más discutidos en la historia reciente del trofeo? Sin menospreciar a los finalmente distinguidos es imposible negar que quedarán marcados en la historia por ser Balones de Oro que no satisfacieron a todos.
Igor Belanov (1986): Jamás se le reconocerá su buen año con el Dynamo de Kiev con el que ganó la Liga Soviética, la Recopa (ante el Atleti) y la Supercopa de Europa. También jugó el Mundial con la URSS donde no pasó de los octavos a pesar de firmar una actuación decente dentro de las posibilidades de su equipo en el torneo. Su gran problema fue que ese fue el año en el que Maradona pasó de ser un enorme futbolista a ser una deidad del balompié incluso sin poder participar en la votación del Balón de Oro. Por lo menos le valió para hacer carrera en el fútbol alemán y ser un Balón de Oro recordado por su 'medianía'.
Matthias Sammer (1996): Tras haber fracasado en el Calcio retomaba con éxito su carrera en el Borussia de Dortmund como líbero (un equipo que en cuanto a juego distaba mucho del actual) y fue parte importante en el éxito de Alemania en la Eurocopa de aquel verano que sin una individualidad destacada, sí que encontró el notable alto en casi todos sus integrantes. Mientras, medio mundo alucinaba con Ronaldo en su llegada a Barcelona después de destrozar registros goleadores en Holanda y a quién sólo batió por un voto en la una vez conocidas las elecciones del jurado.
Michael Owen (2001): Cierto que salvo la Premier levantó todos los títulos que disputó con su Liverpool, pero ese Balón de Oro pertenecía a Raúl de quién se podía esperar que si en los años en los que ganó la Champions (2000 y 2002) tenía que competir con una gran individualidad en un torneo de selecciones, el jurado que otorgaba el galardón tuviera con el una consideración aprovechando el mejor año en cuanto a goles de su carrera (treinta y dos en todas las competiciones).
Pavel Nedved (2003) Los años sin Euro o Mundial son años de Balon de Oro extraño y Nedved es señalado como uno de los casos que mejor lo demuestra. Siendo un completísimo jugador pocos explicaban que 'sólo' guiando a la Juve hasta la final de la Champions (junto a ganar la Liga) le valiera para ser mejor considerado que Thierry Henry que veía como comenzaba su mejor momento profesional, superando la debacle que protagonizó con su selección un año antes en el Mundial de Corea y Japón.
Fabio Cannavaro (2006): Hasta que el capitán de la selección que ganó el Mundial recibió este premio, sólo otro defensa lo había logrado, Beckenbauer, lo que fue para muchos puristas algo más que ofensivo. También un gran sector crítico que no se valorara el gran papel de Ronaldinho ganando Liga y Champions y teniendo en cuenta sólo el último tercio de aquel año cuando comenzó su declive... claro que ya venía de ganar el de 2005. En favor del italiano contó un Mundial en el que rozó la perfección en la posición y que fue, tal vez, punto álgido en su carrera ya que jamás rayó de nuevo a ese nivel.
Desde que el Balón de Oro adaptó el sistema de elección del FIFA World Player para muchos debían acabarse este tipo de elecciones que han pillado a pie cambiado al aficionado de a pie. Pero así mismo, garantiza, como dijo Houllier con Messi, que el mejor del momento gane esta distinción en varias ocasiones consecutivas a poco que sea regular.