Ayer Leo Messi recibía el Balón de Oro 2011. Su tercero. Consecutivo.
Hay que listarlo así porque da cierto vértigo cuando hablamos de un
jugador que, como poco, le quedan seis temporadas de este máximo nivel a
poco que le respeten las lesiones.
Y es que Messi tiene casi todo lo que se le puede pedir a un jugador
determinante, tanto las condiciones tangibles como las intangibles y,
como una vez le leí a Ramón J. Flores, (al tweet de ‘pasasela a Will’) sus compañeros saben que no se esconde cuando vienen mal dadas en los partidos importantes.
Pero en un porcentaje más alto del que muchos se creen existe una
serie de factores que han ayudado a la explosión de todo lo bueno que
tiene Messi en sus botas. Me gustaría remarcar tres puntos ajenos a él y
sus condiciones de manera directa pero que son claves, fundamentales en
que Messi sea lo que es hoy en día en el campo.
Dinámica positiva:
Messi llega al primer equipo para disputar minutos en la 2004/2005
cuando el Barça de Rijkaard está casi en su mejor momento. Vive el mejor
momento de Ronaldinho, la máxima dedicación de Deco y la tranquilidad
de Eto’o en el ataque. Crece en el día a día sin exigencia y sin presión
por tener que justificar su presencia entre tanta estrella. La
temporada siguiente es dura por las lesiones y en la 2006/2007 es lo
único positivo por juego, goles y protagonismo en esa recta final que
marca el fin de Rijkaard, Ronaldinho y Deco en Can Barça.
Si sus dos primeras temporadas no hubieran sido de bonanza tanto de
juegos como de títulos, quien no dice que el argentino podría haber
seguido, sin ir más lejos, el camino de Gio Dos Santos.
Guardiola: En estos días se hablaba de si era el
técnico o el jugador era quien mandaba en el equipo. Yo no lo sé, pero
desde que llegó, Pep mima mucho a Leo para que este sólo se preocupe por
jugar y descansar. Pero más allá de lo que se ve, el entrenador catalán
ha trabajado mucho otros aspectos relacionados directamente con el
juego, como su posición sobre el campo, algunos aspectos técnicos a
pulir como su disparo o hacerle parte de un sistema. Pero también puntos
como el psicológico o incluso el alimenticio que han ayudado a que las
lesiones sean cosa del pasado.
Casi nadie, el verano de 2008 esperaba que Messi fuera lo que es hoy y Guardiola es parte importante.
Una fantástica generación: es la clave en todos los
grandes equipos y seguramente lo más complicado de conseguir a primer
nivel. Juntar en su mejor momento o en el punto ascendente de su carrera
a tantos buenos jugadores ‘facilita’ mucho la labor. La madurez de
Xavi, la regularidad de Iniesta, el acoplamiento inmediato de Piqué, la
segunda juventud de Puyol, las irrupciones de Pedro o Busquets, la
función determinante de Alves… una serie de ‘casualidades provocadas’
que hacen que Messi sea más Messi y de manera simbiotica, el argentino
les haga brillar más.
Pero lo mejor es que parace, de cara al público, que después de todo
lo conseguido pesa más su juventud que la complacencia que deberían dar
todos los récords que han ido cayendo en estos años. ¿Cuál será el techo
de Leo?
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