La resaca del United 8 - Arsenal 2

La tarde-noche de ayer mi TL se colapsó de opiniones de todo tipo sobre el increíble resultado que deparó el duelo entre el Manchester United y el Arsenal. La histórica goleada con la que acabó el partido invitaba a reflotar viejos debates, sobre todo entorno al equipo que recibió el conjunto gunner.

No será la primera vez que os deje mis impresiones sobre Wenger, ayer, creo, se volvieron a dar los puntos para que mi opinión al respecto no cambien: acude a un partido con muchas bajas, tiene una plantilla muy corta y sobre todo con jugadores muy poco experimentados en este tipo de cruces y la sensación de que no sabe leer un partido. Esto último es a su vez su gran virtud: da igual el rival porque sabes que siempre jugará igual. 

Pero cuando hay tantas diferencias entre los dos equipos y hablamos de dos equipos que, por historial deben luchar por todo en lo que compitan, queda pocos argumentos reales con los que defender.
Tampoco, en este verano, he entendido bien el proyecto de Wenger, capaz de vender a sus dos mejores jugadores y seguir a día de hoy, repasando con detalle el mercado para ver a quién contrata para sustituirlos. Las llegadas hasta ahora responden poco al perfil de las grandes salidas. Si tenía en mente ceder en este apartado ¿Por qué no tener preparadas una o dos alternativas en el mercado?
Pero lo injusto es lo poco que se está valorando el partido y el futuro a corto plazo del United. No es un equipo que me genere muchas simpatías pero admiro profundamente la capacidad de modernizar la libreta de Ferguson. Casi todo lo contrario que Wenger, es capaz de armar equipos competitivos incluso con nombres no tan comerciales (aunque lejos quedó esa época ya). Este año parece que Wellbeck o Cleverly serán nombres que se tornarán habituales, pero la llegada de Ashley Young es una llamada a la vuelta definitiva y total al juego de bandas quizás en un segundo plano desde los primeros años de Cristiano Ronaldo.

Y luego está Rooney. Un jugador que me sorprende año a año. Pensaba en sus inicios que sería un gran delantero, después un referente en la posición de nueve, pero después de ver cómo se ha reinventado retrasando unos metros su posición le meto en un podio sin ordenar a día de hoy junto a Messi y Cristiano Ronaldo. Seguramente los goles ordenen ese podio, pero personalmente creo que deberíamos buscar algo más.
En resumen: Me da la sensación de que Wenger lleva unas temporadas siendo algo vanidoso, pensando que sólo con su ojo le basta para potenciar un equipo que debería aspirar a todo y que cuando cae, su buen juego justifica todo lo que se pierde. A mucha gente le vale, pero yo creo que cuando hablamos del máximo nivel se debe ser consecuente con los objetivos que se tienen y no un bohemio profesional.

El United sigue a lo suyo y encima con aroma a té de las cuatro. Veremos cuando llegue la Champions, la que suele colocar a cada uno en su sitio cómo va respondiendo.

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