La tarde-noche de ayer mi TL se colapsó de opiniones de todo tipo
sobre el increíble resultado que deparó el duelo entre el Manchester
United y el Arsenal. La histórica goleada con la que acabó el partido
invitaba a reflotar viejos debates, sobre todo entorno al equipo que
recibió el conjunto gunner.
No
será la primera vez que os deje mis impresiones sobre Wenger, ayer,
creo, se volvieron a dar los puntos para que mi opinión al respecto no
cambien: acude a un partido con muchas bajas, tiene una plantilla muy
corta y sobre todo con jugadores muy poco experimentados en este tipo de
cruces y la sensación de que no sabe leer un partido. Esto último es a
su vez su gran virtud: da igual el rival porque sabes que siempre jugará
igual.
Pero cuando hay tantas diferencias entre los dos equipos y hablamos
de dos equipos que, por historial deben luchar por todo en lo que
compitan, queda pocos argumentos reales con los que defender.
Tampoco, en este verano, he entendido bien el proyecto de Wenger,
capaz de vender a sus dos mejores jugadores y seguir a día de hoy,
repasando con detalle el mercado para ver a quién contrata para
sustituirlos. Las llegadas hasta ahora responden poco al perfil de las
grandes salidas. Si tenía en mente ceder en este apartado ¿Por qué no
tener preparadas una o dos alternativas en el mercado?
Pero lo injusto es lo poco que se está valorando el partido y el
futuro a corto plazo del United. No es un equipo que me genere muchas
simpatías pero admiro profundamente la capacidad de modernizar la
libreta de Ferguson. Casi todo lo contrario que Wenger, es capaz de
armar equipos competitivos incluso con nombres no tan comerciales
(aunque lejos quedó esa época ya). Este año parece que Wellbeck o
Cleverly serán nombres que se tornarán habituales, pero la llegada de
Ashley Young es una llamada a la vuelta definitiva y total al juego de
bandas quizás en un segundo plano desde los primeros años de Cristiano
Ronaldo.
Y luego está Rooney. Un jugador que me sorprende año a año. Pensaba
en sus inicios que sería un gran delantero, después un referente en la
posición de nueve, pero después de ver cómo se ha reinventado retrasando
unos metros su posición le meto en un podio sin ordenar a día de hoy
junto a Messi y Cristiano Ronaldo. Seguramente los goles ordenen ese
podio, pero personalmente creo que deberíamos buscar algo más.
En resumen: Me da la sensación de que Wenger lleva unas temporadas
siendo algo vanidoso, pensando que sólo con su ojo le basta para
potenciar un equipo que debería aspirar a todo y que cuando cae, su buen
juego justifica todo lo que se pierde. A mucha gente le vale, pero yo
creo que cuando hablamos del máximo nivel se debe ser consecuente con
los objetivos que se tienen y no un bohemio profesional.
El United sigue a lo suyo y encima con aroma a té de las cuatro.
Veremos cuando llegue la Champions, la que suele colocar a cada uno en
su sitio cómo va respondiendo.
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