Aunque muchas veces lo olvidemos, los jugadores son personas. Son esas personas que tienen familias, que tienen una vida y que tienen sus problemas, también tienen más dinero para solucionarlos, pero al fin y al cabo son sus problemas.
Quién no ha tildado a un jugador de mercenario, de no sentir los colores o de cosas peores. Quién no ha pensado que un jugador estaba tomando el pelo a la afición, pero cuántos han intentado entender la situación de los jugadores. Recuerdo la peor temporada de Henry, la de su divorcio, recuerdo a Caneira destrozado por la muerte de su hija y cuántos más jugadores habrán pasado por dramas personales de los que no nos hemos enterado.
Esta semana hemos estado más atentos a los affaires de los jugadores franceses que a sus actuaciones deportivas. Que si Ribery llevó de putas a Benzemá y a Govou, pero este ya fue cuando era mayor de edad… Tras enterarme del famoso juicio en Francia empecé a entender algunas de las cosas que han estado pasando con algunos jugadores.
Ribery lo ha tenido todo para ser uno de los fichajes estrella del próximo verano pero se ha convertido en un muñeco andante. En uno de esos jugadores que desaparecen en una temporada por completo. Las lesiones han ayudado, pero se veía que algo pasaba. No sé desde cuándo sabe todo esto, pero estoy seguro que ha afectado a su rendimiento. Pienso lo mismo de Benzemá. Un jugador llamado a ser el 9 del mejor equipo de Europa, pero que ha sido un auténtico fiasco en su primer año. Incluso se podrían explicar las lesiones por una falta de intensidad en los entrenamientos y por tener la cabeza en otra parte, en lugar de en el trabajo diario que había de realizar.
Una vez dicho todo esto, quizá sea una auténtica “paja mental” (siguiendo con el lenguaje soez de la entrada) y la temporada es sólo lo que parece: una sesión espantosa de los dos jugadores. Quizá a ninguno le ha afectado lo más mínimo todo el asunto. Quizá sí sean mercenarios, dispuestos a ganar todo el dinero que puedan y gastarlo en mujeres. Sigue siendo incomprensible para mí, como jugadores de este nivel pierden la cabeza de esta forma y deciden irse de putas. Es incomprensible, no por la tentación que supone, sino porque en el mundo en el que vivimos de noticias inmediatas, facebook, twitter, fotos y vídeo en el móvil, te van a pillar seguro.
El Mundial se acerca y Francia está abocada al fracaso. Su principal baluarte, Ribery, no está, pero se le espera. Benzemá no cuenta con la confianza de Domenech, pero Karim es uno de los delanteros más peligrosos del mundo y pueden alterar cualquier partido con una sola acción. Esperemos que nos olvidemos de las putas y que los mercenarios nos den lo que tanto ansiamos: buen fútbol.
Quién no ha tildado a un jugador de mercenario, de no sentir los colores o de cosas peores. Quién no ha pensado que un jugador estaba tomando el pelo a la afición, pero cuántos han intentado entender la situación de los jugadores. Recuerdo la peor temporada de Henry, la de su divorcio, recuerdo a Caneira destrozado por la muerte de su hija y cuántos más jugadores habrán pasado por dramas personales de los que no nos hemos enterado.
Esta semana hemos estado más atentos a los affaires de los jugadores franceses que a sus actuaciones deportivas. Que si Ribery llevó de putas a Benzemá y a Govou, pero este ya fue cuando era mayor de edad… Tras enterarme del famoso juicio en Francia empecé a entender algunas de las cosas que han estado pasando con algunos jugadores.
Ribery lo ha tenido todo para ser uno de los fichajes estrella del próximo verano pero se ha convertido en un muñeco andante. En uno de esos jugadores que desaparecen en una temporada por completo. Las lesiones han ayudado, pero se veía que algo pasaba. No sé desde cuándo sabe todo esto, pero estoy seguro que ha afectado a su rendimiento. Pienso lo mismo de Benzemá. Un jugador llamado a ser el 9 del mejor equipo de Europa, pero que ha sido un auténtico fiasco en su primer año. Incluso se podrían explicar las lesiones por una falta de intensidad en los entrenamientos y por tener la cabeza en otra parte, en lugar de en el trabajo diario que había de realizar.
Una vez dicho todo esto, quizá sea una auténtica “paja mental” (siguiendo con el lenguaje soez de la entrada) y la temporada es sólo lo que parece: una sesión espantosa de los dos jugadores. Quizá a ninguno le ha afectado lo más mínimo todo el asunto. Quizá sí sean mercenarios, dispuestos a ganar todo el dinero que puedan y gastarlo en mujeres. Sigue siendo incomprensible para mí, como jugadores de este nivel pierden la cabeza de esta forma y deciden irse de putas. Es incomprensible, no por la tentación que supone, sino porque en el mundo en el que vivimos de noticias inmediatas, facebook, twitter, fotos y vídeo en el móvil, te van a pillar seguro.
El Mundial se acerca y Francia está abocada al fracaso. Su principal baluarte, Ribery, no está, pero se le espera. Benzemá no cuenta con la confianza de Domenech, pero Karim es uno de los delanteros más peligrosos del mundo y pueden alterar cualquier partido con una sola acción. Esperemos que nos olvidemos de las putas y que los mercenarios nos den lo que tanto ansiamos: buen fútbol.
