Hace unos días estaba ayudando a mi hija con un comentario de texto como parte de sus deberes del instituto. El artículo a comentar me llamó poderosamente la atención por el razonamiento que planteaba: algo nuevo no podía ser nuevo hasta que con algo de tiempo o uso lo demostrara. Entonces ya no era nuevo. Por eso lo nuevo no podía ser nunca bueno.
Algo parecido me da que esta pasando con el formato de Champions League que se ha estrenado en esta temporada: un único grupo, un calendario sin idas ni vueltas sino con partidos como local y visitante, y una ronda extra para los que no clasifican entre los mejores. De los peores no hace falta que explique que se marchan a casa con una interesante cantidad de dinero ingresado por tomar parte.
No he podido ver todos los partidos, ni tan siquiera todos los que me hubiera gustado ver, no esperes leer un resumen detallado de esta etapa del torneo. Y con eso resulta que una de las novedades de este nuevo torneo es algo que, realmente no es nuevo, como lo es una jornada unificada. Ya se produce en las fases de grupos de clasificación para las fases finales de los torneos de selecciones. Y si eres algo más mayor recordarás que, sin ir más lejos, en La Liga todos los partidos se jugaban los domingos a las cinco de la tarde salvo el que se emitía en abierto los sábados por la noche y, más tarde, el que Canal + desplazaba al domingo a las 19.30 para cerrar la jornada.
Pues parece que tener 18 partidos jugándose de forma simultánea ha sido una de las grandes apuestas de la UEFA para reducir el número de partidos con poco o nada en juego a nivel competitivo pese a venir de un sistema con 6 partidos en fase de grupos donde quizás sólo el sexto no tenía nada en juego. Podemos hablar de un paso hacia atrás bajo el prisma de descargar el calendario (sin entrar en los equipos que caen a la ronda de Dieciseisavos). Y aún así 9 equipos iniciaron la jornada sin un objetivo más allá de ganar su partido estando ya eliminados. Otra novedad algo menos comentada es que cuando el viernes se sorteen el orden de los cruces ya conoceremos el popularmente llamado 'camino del campeón' desde los propios Dieciseisavos hasta la Final en Múnich.
Cuadro de eliminatorias desde Dieciseisavos hasta la final fuente: uefa.com |
Obviamente no todo es malo o peor que en el sistema anterior. La relevancia de las diferencias de goles y la simultaneidad de los partidos hacía que cada gol pudiera cambiar drásticamente las posiciones de clasificación (que se lo digan al Milán) y caer o no en una ronda de Dieciseisavos que ya está a la vuelta de la esquina.
¿Sorpresas? Más bien pocas. Llegábamos a estas alturas con el City y el PSG con riesgo de no pasar al a fase clasificatoria y ambos cumplieron agarrándose a la ronda siguiente. Entre los demás clasificados llaman la atención por lo poco habitual el Lille y el Brest, que se estrenaba en este torneo; entre los eliminados quizás el Stuttgart, Bologna, Shakhtar y, pese a ser también novato, el Girona que venía de una temporada anterior tremenda y que ha competido quizás mejor de lo que dicen los resultados.
Savinho y Stones celebran, Akanji observa fuente: express.co.uk |
En el plano de la competición podemos debatir sobre el formato del calendario. Se está comentando mucho la clasificación del City con victorias ante equipos con poco peso actualmente en la Champions pero partidos y resultados pobres ante equipos que le exigieron más (Inter, Juve, PSG...). Sin olvidar el batacazo en Portugal ante el Sporting de Gyokeres y Amorim. Pero pese a todo me parece innegable que el rendimiento ha puesto a cada uno en su lugar con un margen de error bastante reducido. El anteriormente citado Brest desde luego tuvo un inicio de calendario, por su parte, sin grandes 'cocos' y le valió para comenzar con cuatro victorias y, con doce puntos, tenía prácticamente hecha la clasificación. Visitar al Barcelona o recibir al Real Madrid en las últimas jornadas fue más una fiesta que un sufrimiento. ¿Debería condicionarse el calendario a los puntos UEFA o al coeficiente de las Ligas o tal vez eso evitaría casos como el de los bretones?
La Champions League, con la amenaza de la Super Liga, necesitaba una revisión en su formato y, como decía al principio, aún es 'demasiado nueva' para saber si este cambio ha sido bueno o no. Sin embargo el tramo que queda, el de las eliminatorias, es algo que ya conocemos y que, en muchas ocasiones, más allá del sorteo, es una competición totalmente diferente a la que se ve en fases de grupos.
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