Uno de los nombres propios de la última jornada de la fase de grupos de la Champions League fue el de Gäel Kakuta, un joven delantero francés de ascendencia congoleña que debutó con el Chelsea en su partido ante el APOEL y que, según cuentan los técnicos de las inferiores del equipo blue, está llamado a hacer algo grande con el equipo de Ancelotti, que sigue liderando la Premier League.
Pero para el gran público, más que expectación, es morbo lo que genera este debut, puesto que es el ex jugador del Lens el responsable de la sanción que impusó la FIFA hace unas semanas al equipo inglés al entender como irregular su pase de Francia a Inglaterra. Incluso esa demanda por parte de los galos inició una investigación sobre los 'traspasos' de jóvenes sin contrato profesional por parte del máximo organismo futbolístico en el que también figuraron los nombres de Manchester United y Manchester City.
La sanción, que ha sido recurrida y de momento está suspendida momentáneamente tanto para el equipo como para el jugador, castiga al Chelsea con dos años sin poder acometer ninguna contratación, algo que parece antinatural para un equipo que, desde la llegada de Abramovich, suele menear con cifras altas el mercado de fichajes en Europa. Y a pesar de que se confía en que los servicios jurídicos de los londinenses logren salvarles de este castigo, el Chelsea encara de una manera diferente el mercado de invierno, queriendo reforzar ahora el equipo ante la posible ejecución de la sanción que le situaría en una posición de desventaja con respecto a sus rivales ya no sólo en Inglaterra, sino en Europa.
Es por ello que los de Abramovich se hayan lanzado muy seriamente a conseguir, cuanto menos, una contratación de renombre para la cual se barajan los siguientes nombres: 'Kun' Agüero, Luis Suárez o Frank Ribery. El argentino está muy cómodo en Madrid y está siendo el que tira del equipo en este mal momento, pero a parte de una sustanciosa ficha, el poder pelear por títulos cada año puede hacer decantar la balanza. El delantero del Ajax es el deseado por media Europa y sus números lo justifican y a pese a que dicen que hay un precontrato ya de por medio, el declara que no tiene intención de moverse de momento. Lo de Ribery ya viene de lejos, se le intentó fichar el pasado verano, pero el interés del Madrid y las declaraciones de los dirigentes bávaros declarándolo intransferible bloquearon la operación. Ahora la situación es distinta con un Bayern apagado en la Bundesliga y con una clasificación justita en Champions (pese al buen partido en Turín).
Mientras tanto, Kakuta, que luce un exótico dorsal 44 en su zamarra, sigue trabajando ya con el primer equipo (tiene enamorado a Ballack, dicen) después de demostrar que se le queda pequeño el juvenil y de firmar buenas actuaciones en el equipo reserva. ¿Se debe de confiar en él como relevo a Drogba y Anelka? Sólo el tiempo nos lo dirá.
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