Toco y me voy: Ser Barra Brava es el método más fiable de ir al Mundial

Decía Marx que la religión era el opio del pueblo. Seguro que si el pensador alemán hubiera alcanzado su madurez en la última década cambiaría eso de "la religión" por "el fútbol". Porque es incuestionable que lo que arrastra a día de hoy el fútbol es exagerado y, a veces, hasta peligroso para nosotros mismos.

Esto lo saben muy bien los responsables de (guste o no) nuestros destinos, los políticos, que rápidamente entienden que "hacerse un foto" con el jugador o equipo adecuado les da una pizca más de credibilidad (?), cercanía (?) o simplemente, hace ver a un colectivo que forma parte de ellos. Hay cientos de casos en el que dirigentes usan el fútbol como una herramienta para orquestar sus maniobras, mientras nosotros, quienes deberíamos pedirles cuenta más a menudo, miramos "la zanahoria".

Todo esta espesa idea me ha venido al ver lo que se está cociendo en Argentina con el tema de las entradas para el Mundial de Sudáfrica para el que la Albiceleste se clasificó hace cosa de un mes. Es sabido la cantidad de aficionados que mueve el fútbol argentino sea la competición que sea y en cualquier punto del globo.


Os resumiré básicamente lo que pasa. Los grupos más radicales de distintos clubs, las conocidas Barras Bravas, han tenido distintas reuniones, unos con la AFA y otros con algún departamento del Gobierno para hablar del reparto de paquetes compuestos por billetes, entradas y alojamiento para los partidos que juegue Argentina en el Mundial.
Un trato que "beneficia" a todos: los hinchas viajarán por nada a algo con lo que muchos no podemos ni soñar el próximo verano y Kirnchner, marido de la actual presidenta electa y a su vez, ex presidente de la República que piensa en volver, ve como estas peñas "hacen campaña" a su favor desde los estadios.

Lo más espectacular de todo esto es cómo los propios hinchas reconocen el trato. A continuación, copio y pego un extracto de una entrada que ha publicado La Redo! al respecto:

Gustavo González, barra de Atlético Tucumán dijo que “es un premio por buen comportamiento (?). Así como las autoridades están metiendo presos (?) a todos los violentos, se premia a los hinchas que tienen buen comportamiento.” (Nota: los (?) son de LR!)

O sea, podría ser que, mientras te limites a quedarte con el dinero de los clubes de los panchos y las cocas, revendas entradas pacíficamente, cobres por estacionar autos en espacios públicos los días de partido, arregles con la policía que vos sos el que manda en la tribuna o juntes unos mangos cobrando por autógrafos de los jugadores o llevándolos a las peñas, no hay problema. Pero si te peleas o matás a alguien, no hay Mundial.

González también declaró que “será un orgullo representar a Atlético en Sudáfrica.”


La verdad es que no hay mucho que decir ante este mutualismo simbiótico entre Gobierno y Barras Bravas. Mientras que a los radicales les dejen hacer y deshacer a su antojo dentro de los clubs, estos apoyaran cualquier cosa que haga el Gobierno.
Lo que escuece es que mientras que en cualquier parte del mundo hay que "hacer cola" y juntar (mucho) dinero para tener la posibilidad de ir al Mundial a animar a tu equipo, en Argentina este derecho facilitado parece estar reservado para, sí, los que luego hacen más ruido en el estadio... pero también fuera de él.

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3 Comentarios

Ariel Judas ha dicho que…
Estas cosas me dan vergüenza propia y ajena.
Lo terrible es que no solo viajan a Sudáfrica a cambio de llevar cartelones a los estadios apoyando la gestión del actual gobierno, sino que los "ultras" actúan como fuerza de choque en los actos oficiales de la gestión Kirchner-Fernández.

No es la primera vez que esto pasa en mi país, pero no deja de revolverme el estómago.
Miquel ha dicho que…
Ojo, que este tipo de cosas no son exclusivas del fútbol argentino, de eso estoy seguro. Lo que motiva esta entrada es la normalidad con la que se lleva todo... Ariel, y aquí tu y yo, que lo más cerca que vamos a estar del Mundial es jugándo a la consola...



Saludos
Diego Fernandez ha dicho que…
Los ultras tienen un poder que no debían tener, en el primer entrenamiento de Quique algunos ultras del Atlético tuvieron una reunión con los capitanes algo que no tiene ningún sentido.

Esas personas no son verdaderos aficionados al fútbol y lo único que hacen es ganar dinero y aprovecharse de los verdaderos aficionados al fútbol.

saludos te espero en mi visión del balón.