Quizás a raíz de la noticia de que la Federación Inglesa no quiera jugar en el Bernabeu contra España pero garantizandoos que ya llevaba tiempo queriendo escribir del tema me gustaría regalaros una entrada totalmente personal sobre lo que opino del racismo y la homofobia que dicen que hay en los campos de nuestra liga.
Básicamente creo que no es tan exagerada como nos la venden y, quitando a los ultras (que no considero aficionados), si llevara un par de quintos encima os podría decir que hasta dudo de que exista.
Desde tiempos inmemoriables jugar en casa, en tu campo, supone tener a treinta o cuarenta mil personas animando cada gesto o intento que se realiza en el campo su equipo y recriminando, por ejemplo, cualquier queja del rival al árbitro (aún sabiendo que tiene razón).
Los futbolistas no son máquinas, tienen curvas de rendimiento físico y estados alterables de ánimo y aquí es donde la afición entra en escena.
La capacidad de minar la moral de la estrella rival es un arma más (no me gusta, pero es legítima) con la que se cuenta jugadores y entrenadores lo saben y es común verles pedir públicamente el apoyo de la afición ante un partido duro.
El que acude al campo es un ser pasional y que, guste o no, descarga toda su rabia acumulada durante la semana durante dos horas contra todo aquello que aparte a su equipo del alma de la victoria.
He visto como deseaban la muerte del padre de Romario cuando estuvo secuestrado, como han llamado (y siguen haciéndolo) a Guti maricón en todos los campos de España o como lograron sacar de sus casillas a Eto'o en la Romareda.
Dicen que la afición además de animar debe desanimar al rival, y en esos tres casos (bueno, Guti lo lleva mejor, la verdad) creo que es más esto que racismo u homofobia.
Y ojo, no defiendo las faltas de respeto como manera de animar, pero no me gusta que se demonice una cosa tan vieja como el propio fútbol.
Básicamente creo que no es tan exagerada como nos la venden y, quitando a los ultras (que no considero aficionados), si llevara un par de quintos encima os podría decir que hasta dudo de que exista.
Desde tiempos inmemoriables jugar en casa, en tu campo, supone tener a treinta o cuarenta mil personas animando cada gesto o intento que se realiza en el campo su equipo y recriminando, por ejemplo, cualquier queja del rival al árbitro (aún sabiendo que tiene razón).
Los futbolistas no son máquinas, tienen curvas de rendimiento físico y estados alterables de ánimo y aquí es donde la afición entra en escena.
La capacidad de minar la moral de la estrella rival es un arma más (no me gusta, pero es legítima) con la que se cuenta jugadores y entrenadores lo saben y es común verles pedir públicamente el apoyo de la afición ante un partido duro.
El que acude al campo es un ser pasional y que, guste o no, descarga toda su rabia acumulada durante la semana durante dos horas contra todo aquello que aparte a su equipo del alma de la victoria.
España no me parece el país más abierto y cordial del mundo para con los que vienen de fuera o quien tiene una condición sexual "mal vista", pero tampoco me parece que sea una aldea de extremistas o que en cualquier momento se vaya a producir algún altercado sin otro motivo que no fuera la raza o la condición.
Por eso, siempre que dicen "se produjeron gritos racistas" o "increparon a tal jugador llamándole maricón" lo achaco más a la "virtud" que comentaba un poco más arriba del aficionado que a una mentalidad cerrada y retrógada para un país miembro de la Unión Europea.He visto como deseaban la muerte del padre de Romario cuando estuvo secuestrado, como han llamado (y siguen haciéndolo) a Guti maricón en todos los campos de España o como lograron sacar de sus casillas a Eto'o en la Romareda.
Dicen que la afición además de animar debe desanimar al rival, y en esos tres casos (bueno, Guti lo lleva mejor, la verdad) creo que es más esto que racismo u homofobia.
Y ojo, no defiendo las faltas de respeto como manera de animar, pero no me gusta que se demonice una cosa tan vieja como el propio fútbol.
3 Comentarios
Un saludo!
Devo
El Balón Europeo
POST: ‘‘Que bien se siente ser campeón’’
El aficionado utiliza cualquier medio para descentrar al rival, si le molesta que le llamen calvo, pues le llaman calvo, si le molesta negro pues negro, pero no por ello hay racismo, si no una búsqueda de descentrar al rival atacando su punto débil (con Etoo funciona).
¡Si yo he visto llamar bogavante a un portero en un campo de fútbol! Aún no sé que tipo de insulto era.
... y que decir de "La Topadora" Cáceres...
Ese si que ese llevó el insulto de serie.
Saludos