Ánimo Aragonés

Desde que se convirtió en blanco de la prensa española y por ende, de la gran masa de la afición española, siento cierto cariño hacia la figura de Luis Aragonés.

Aguantó estoicamente una campaña de linchamiento público y tornó las críticas más irracionales en apoyos más forofos.

Y con todo esto, se fue por la puerta de atrás del fútbol español.

Muchos ya me habían comentado que Luis podía estrellarse en un fútbol que no conoce como el turco y que el sistema que inculcó en la selección española se debiera más a los buenos jugadores con los que contaba, que con que hubiera dado con la tecla que el fútbol español buscaba.

Pero gracias a lo entreñable en que se me había transformado su figura, quise darle un voto de confianza, como si su triunfo en otro fútbol pudiera cerrar más bocas de los que se creen que desde su posición puede faltar cuando interesa y pelotear cuando toca.

Pero Luis Aragonés parece que no se hace al fútbol turco. El año pasado el Fenerbahçe de Roberto Carlos, Alex, Lugano y Demirel logró una meritoria clasificación para los cuartos de final de la Champions, y este año con la llegada de Zapatones junto a la de Güiza y Emre Belozoglu parecía que el conjunto turco podía dar un pasito más o por lo menos, ser un claro aspirante a la TurkCell.

Ahora mismo la situación no pinta bien para el técnico español, ya que está en una posición en la liga turca bastante templada y lejos de los puestos nobles.

Con dos victorias y tres derrotas es pronto para hacer un juicio justo de su trabajo, pero piensa la directiva del Fenerbahçe que con el esfuerzo que se ha hecho en reforzar la plantilla y mantener la buena base del año anterior, los actuales resultados son más que pobres.

Hace un rato acaba de terminar su choque de Champions en el que recibía al siempre incómodo Dynamo de Kyiv y se rumoreaba que una derrota costaría el puesto a Aragonés y el partido ha acabado con un empate cero nada esperanzador, así que sólo puedo decir.. ¡Ánimo Luis!