Como cada inicio de fin de semana, tiramos de recuerdos para traer a la primera línea del blog un futbolista que dejó grandes actuaciones y que tuvo un reconocimiento a nivel mundial considerable.
En esta ocasión el turno es para Zola, uno de los primeros italianos de renombre en probar suerte más alla del Calcio... y triunfar.
¿Cómo jugaba Zola?
Salvando las distancias Zola será lo más parecido que tenga el Nápoles a Maradona. Un jugador que tenían en la zona clásica de 10 su área de acción, menudo, con una conducción de balón notable, mucha visión de juego y buenos números al cerrar la temporada gracias a su llegada aprovechando los huecos que los delanteros dejaban y su velocidad.
Seguramente los aficionados recuerden cómo Zola tenía la facilidad de trazar diagonales dejando a varios defensores por el camino gracias a sus rápidos quiebros y a su brillante juego de cintura. Además gracias a su rapidez, si por inercia de la jugada, caía a banda podía elaborar jugadas que firmaría cualquier extremo: dinámicas y verticales.
Pero sin lugar a dudas, lo que me enamoraba de su juego era su golpeo de balón. Con el interior o el exterior, de puntera o picandola, parecía que más que chutar el balón le susurraba la curva que debía tomar. Sus lanzamientos de faltas, llenos de efecto, dejaban la potencia o la colocación en un sorprendente segundo plano.
Clubs
- Nuorese (del 84 al 86)
- Sassari Torres (del 86 al 89)
- Napoli (del 89 al 93)
- Parma (del 93 al 96)
- Chelsea (del 96 al 2003)
- Cagliari (del 2003 al 2005)
Títulos
- 1 Recopa (1998)
- 1 Copa de la UEFA (1995)
- 1 Liga (1990)
- 2 FA Cup (97 y 2000)
- 1 Copa de la Liga (1998)
Lástima que tanto talento no encontrara hueco para tener más protagonismo con la Squadra Azzurra. Coincidir con jugadores de la talla de Baggio, Del Piero y Totti, no ganarse la confianza de sus seleccionadores o (quién sabe) jugar fuera de Italia dejó las participaciones en grandes torneos en formar parte del combinado transalpino en el Mundial del 94 y en la Euro del 96.
