Llevaba mucho tiempo queriendo hablar del protagonista del apartado de Leyendas de hoy, pero propuestas interesantes y mi mala memoria, han ido posponiendo el momento hasta que hoy no ha habido motivo que lo impidiera. Hoy quiero recordar al gran Matthias Sammer, el que fuera uno de los mejores jugadores de Europa en la primera mitad de los noventa.
¿Cómo jugaba Sammer?
Sammer inmortalizó su dorsal 6 como mediocentro en la década de los noventa tanto en la Bundesliga como con la Mannschaft, con lo que creo que pueden estar bien descritas sus virtudes: mucha inteligencia táctica, capacidad de abarcar muchísimo terreno en la medular, potencia física y sobre todo muchísima llegada. Al igual que muchos compatriotas de su generación, con el pasó del tiempo perdió recorrido y fue retrasando su posición hasta acabar de libre.
En días en los que el fútbolista espectacular esta a la orden del día y del YouTube, quiero recordar a Sammer, del que verle jugar y entregarse hasta el último minuto era en sí un espectáculo. Apurando sus posibilidades de éxito en todos y cada uno de los balones que peleaba, conjugando de misma forma la contundencia con la nobleza en los choques o arengando a sus compañeros, cuando uno le veía jugar sabía que veía a un jugador diferente.
También destacaba por su disparo y sus voleas. Si bien no serían las más potentes ni las más colocadas de su equipo, se notaba en la manera en la que posicionaba el cuerpo cuando "armaba el tiro" que ejecutaba un movimiento muy muy trabajado en los entrenamientos y que buscaba más lo práctico que lo estético.
Pero sin lugar a dudas, Sammer, es de esos jugadores de esta sección que figuran más por los tan manidos (por mí, obviamente) valores intangibles del fútbol, que por su técnica.
Clubs
- Dynamo Dresden (del 85 al 90)
- Stuttgart (del 90 al 92)
- Inter de Milan (del 92 al 93)
- Borussia Dortmund (del 93 al 98)
Títulos
- 1 Copa Intercontinental (1997)
- 1 Champions League (1997)
- 3 Supercopas (92, 95, 96)
- 5 Ligas (89, 90, 92, 95 y 96)
- 1 Copa (1990)
Con su selección tuvo el privilegio de coincidir con una generación maravillosa de fútbolistas, lideradas por el gran Matthaus, que le permitió ganar el Mundial de 1990 y ser finalista de la Euro de dos años más tarde en un periódo en el que el fútbol alemán era dinamismo, potencia y concentración envidiado por todo el mundo.
A nivel individual obtuvo una de las distinciones de más renombre en el panorama futbolísitco cuando en 1996 ganó el Balón de Oro.
4 Comentarios
Bien por recordarlo
Abrazo Lama
Devo
Saludos
Ahhhhhh perro viejo a la vista, señor Sammer... vaya pelo radiactivo, vaya contundencia elegante marca de la casa.
Junto con Möller, marcó una época ante la todopoderosa Juve, por aquél entonces aparentemente a otro nivel.
Que recuerdos...
Un saludo, Julian Ross
www.dedondehasalido.blogspot.com