El estadio fue construido en 1929 con motivo de las Olimpiadas de los trabajadores (cosas de los regímenes políticos) que se celebrarían en 1931 y es de los pocos estadios de los que suelo escribir que no ha sufrido ninguna reforma importante desde entonces.
Su capacidad, normalmente no supera los cuarenta y nueve mil espectadores, si bien en encuentros de UEFA o de Champions puede adecuarse para dar cabida a poco más de cincuenta y tres mil personas.
Es la sede de los partidos que la selección austríaca juega como local, así como los de los equipos más importantes de Viena: el Rapid y el Austria de Viena.
También ha sido escenario de cuatro finales de Champions (64, 87, 90 y 95) y de una Recopa (70) por lo que hablamos que ha visto en el momento cumbre de sus trayectorias a equipos como el Milan, el Inter, el Oporto y el Ajax y ha visto decidir finales a jugadores como Colin Bell, Van Basten, Paolo Futre o Patrick Kluivert entre otros.
Quizás el dato histórico resida en su actual nombre, ya que hasta 1992 fue conocido como Praterstadion (Estadio del Prado, por su cercanía a los mismos) pero fue en este año, con la defunción de Ernst Happel, con la que a modo de homenaje, se le rebautizó así.
¿Quién fue Happel? pues un mágnifico jugador austríaco de los cuarenta (que menudo equipo gastaba Austria por esas fechas, y eso que estabamos en tiempos de postguerra) que maravilló y ganó todo con el Rapid y que como entrenador también logró grandes éxitos incluso fuera de Austria.
Pero todo esto, para muchos de vosotros, son minucias porque siempre lo recordareis porque fue donde España dio el puñetazo en la mesa en busca de un título internacional que se le había resistido durante tanto tiempo...
2 Comentarios
grande villa!
En el blog, post sobre la actualidad del Real Madrid
Un saludo
Devo
Desconocia completamente la historia de este estadio, la verdad, iluso de mi, pensaba que todos eran razonablemente recientes...
Olimpiada de los Trabajadores eh? que tiempos aquellos...
Una cosa esta clara, siempre será recordado como el escenario donde España dejo atrás sus demonios.
Por cierto, esperemos que no vuelvan...
Un saludo, Julian Ross
www.dedondehasalido.blogspot.com