"Preferiría un discreto maletín en lugar de una bolsa con el símbolo del dólar"

por | 23:49:00
Con esta simpática frase de la famosa serie "Los Simpsons" he querido abrir la entrada de hoy. Puesto que vamos a tratar algo que es como los propios billetes de quinientos euros, todos sabemos que están pero nadie los ve, las primas a terceros en el fútbol.

Se enfrentan dos valores tan viejos como el propio fútbol, por un lado un dinero que (parece mentira que diga esto de un profesional del fútbol) nunca les viene mal (cuantas vacaciones habrá pagado este dinero...) y por otro una serie de valores morales que están en juego.
Amén que genera distintos sentimientos en el club que prima y en el club primado.

El club que prima busca un equipo que no se juegue nada, que necesite una motivación extra para plantar cara al rival directo del "primante". Pero ¿es bueno para la moral del jugador saber que su club no confía en su trabajo y busca soluciones fuera? o por contra pueden salir demasiado confiados sabiendo que a cientos de kilómetros se produce un resultdo que les beneficia.
Por otro parte está el club que recibe la prima. Jugadores que ya de por si perciben una buena remuneración por realizar su trabajo y si la temporada es buena, pueden conseguir primas por objetivos. A todo esto se suman las primas de un tercer equipo por ganar a un rival directo que siempre da para permitirse un caprichito a final de temporada. Pero siempre hay una voz de la conciencia en el vestuario que grita que a su equipo no le hace falta que le primen de fuera por hacer su trabajo...y una vocecita más baja que dice que si lo van a hacer igual por qué no aceptar un regalo.

¿Significan estas primas que los primados salen los últimos partidos de la liga, como bien dice un buen amigo, a "jugar a la uruguaya, a no hacer nada" y que sólo un incientivo ecónomico puede hacer que se tomen en serio ese partido? ¿Existe el "si no queda satisfecho le devolvemos su dinero"? Vengo a decir que el club primado da claros síntomas de que van a por el partido pero no consigue el objetivo de la prima.

Anoche escuché una anécdota que deja claro lo enrevesado de este mundo. Un club quiso comprar a un portero titular para que encajara tres goles. Este tirando de profesionalidad, desestimó la oferta.
Entonces los compradores cayeron en la cuenta de que el portero en cuestión estaba a una tarjeta de la suspensión, por lo que le primaron por que le sacaran una tarjeta a lo que, el inocente portero, aceptó, pensando que no atentaba contra sus valores morales...cual sería su cara al ver como a la semana siguiente su equipo perdía de goleada con errores estrepitosos de su sustituto bajo palos...
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