Cuando todo va de cara

por | 23:37:00
Hace unos meses hablaba sobre la arriesgada apuesta del resultadista cuando justamente fallaba esto, el resultado. Lo ejemplificaba con lo más cercano que teníamos en ese momento, Capello y su Madrid a la deriva.

Pero ahora parece que todo esto ha cambiado. Diariamente en la prensa se habla de un renacer, del favorito para el título o de espíritus de yo que se quien. Los jugadores hablan de lo que pasan en los vestuarios ajenos, llenos de moral por ver como por H o por B sacan los partidos adelante.

¿Pero que ha cambiado realmente en el Real Madrid? No juega mejor (peor no se podía ya), sus jugadores emblema no destacan de sobremanera para ganar un partido fruto de su genialidad, el doble pivote sigue siendo el mismo que todo el mundo defenestró no hace mucho (Emerson y Diarra)...
Todo esto refuerza mi teoría de que el fútbol es un estado de ánimo, esta hecho de sensaciones.

Hace unos meses, el Madrid no daba sensación de poder hacer nada pese a sacar los partidos adelante. Y el estado de ánimo de los jugadores tampoco parecía el idóneo, muchas discusiones y mucha rumorología.

Pero tras el descanso navideño y la campaña "Juntos podemos", parece que el equipo, que ha cambiado un par de piezas desde el anterior desastre, se ha creído lo que un creativo forofo diseñó para llamar a una afición desencantada con el equipo.
Además el Madrid ha recuperado (porque jamás la perdió) la pegada capaz de decidir un partido, personificada en Van Nistelrooy, capaz de tirar cuatro veces en un partido, que vayan tres a puerta y conseguir dos tantos. Una locura.

A esto sumamos que tiene a uno de los mejores pasadores del planeta, que quiere abandonar el Bernabeu con buen sabor de boca, Beckham. Que a fuerza de colgar balones con su habilidad innata, crea claras ocasiones de lo que en cualqueir otro partido diríamos "colgar balones a la olla".
Guti, que parece haber recibido el perdón de Capello, sabe aprovechar sus minutos de calidad en decidir partidos a base de hacer jugar a todo lo blanco que pasa a su alrededor.



¿Y el resto? se han contagiado de esta nueva dinámica, sacar los partidos por querer ser mejores sin que realmente lo hayan sido en el partido, recuperando lo que un día le comenté a un amigo cuando me decía a que debía jugar el Madrid: "El Madrid debe salir a mandar un partido, a que con mejor o peor juego tenga al rival asustado". Esto es lo que hace ahora el Madrid, deja claro que tiene pegada, y que si llega marcará.
Creo que el partdio en el Camp Nou fue el punto de inflexión. Todo el mundo los daba como perdedores y además de goleada... y estuvieron a punto de llevarse un marcador histórico de Can Barça. Ahí se dan cuenta que aún no jugando mejor que Sevilla o Barça podían ser mejores.

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