El Borussia de Dortmund ha sido uno de los equipos a seguir durante los últimos años. Desde su peligro de desaparición a principios de Siglo hasta la disputa de la final de Champions en 2013 ha protagonizado un crecimiento regular basado en la aparición de grandes talentos y la captación de otros tantos unidos a una personalidad muy definida en su forma de jugar que alcanzó su máxima expresión bajo la dirección de Jurgen Klopp y que trató de buscar continuidad con Tuchel.
Las rápidas transiciones tras la recuperación de la pelota junto al acierto con sus delanteros referencia (Barrios, Lewandowski, Aubameyang) demostraron que el sistema acababa sacando lo mejor de los jugadores que debían marcar la diferencia.
Quizás por ser un equipo tan reconocible, la llegada de Peter Bosz al banquillo del BVB nos presenta una serie de estimulantes dudas acerca de la dirección que puede tomar el equipo en las próximas temporadas.
El preparador holandés cogió el testigo de Frank De Boer en el histórico Ajax y en una temporada no sólo mantuvo el sello con el que asociamos al equipo de Amsterdam sino que lo llevó a su máxima expresión logrando pelear por títulos nacionales e internacionales y dando paso a jugadores de tan corta experiencia como interesante proyección, como en otras épocas más gloriosas vimos hacer a los ajaccied.
A lo largo de la temporada nos hemos hartado de ver datos y medias sobre lo joven de sus onces iniciales y no le ha ido nada mal ni a él ni a los jóvenes que ha colocado en las agendas de los equipos más poderosos del Viejo Continente.
Ahora bien ¿qué plan tendrá para su nueva aventura en Alemania? Si, como parece, intenta implantar sus automatismos a la hora de construir la jugada y de darle prioridad al ataque posicional, cuenta en el equipo de la Cuenca del Ruhr con buenos peloteros como para que el cambio no sea tan dramático: Wiegl, Götze, Reus y en un escalón de participación algo menor Sahin, Rode o Dahoud tienen condiciones para procesar el cambio de la forma más natural posible y cuenta con Bartra como primer central a la hora de llevar a cabo el cambio de estilo desde la zaga.
Si hay buenos mimbres ¿qué otro detalle debemos tener presente a la hora de conocer al BVB de Bosz? Seguramente la forma en la que ejecutará la presión.
El BVB de los últimos años ha sido un equipo reactivo, de presión alta o muy alta para que la velocidad física y de ejecución de sus jugadores decidiera con la mínima cantidad de rivales entre ellos y la portería. Ahora la presión será diferente. Bosz quiere la pelota desde el momento en el que la pierde, no espera a que el rival la tenga en una zona o situación concreta y por ello la forma de presionar del BVB será diferente y, para mí, el principal cambio más allá de la construcción de las jugadas o la duración y uso de las posesiones.