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Mejorar el plan B o preparar el cambio de estilo

La contratación de André Gomes por el Barcelona ha sido uno de los fichajes más llamativos de lo que llevamos de verano. No por que el ex del Valencia no tenga condiciones suficientes como para poder tener minutos de calidad en la exigencia máxima que presenta siempre el cuadro culé pero sí porque, a priori, la línea del centro del campo parecía la más cubierta para afrontar con garantías la temporada y, sobre todo, porque parecía que podían haber otros equipos capaces de mejorar la oferta con la que el equipo catalán se ha hecho con el internacional portugués.



Esta incorporación debe suponer un cambio de roles casi definitivos para dos jugadores, Aleix Vidal y Sergi Roberto, hacia el lateral derecho. Lo de Aleix ya parecía definitivo tras la salida de Dani Alves, pero la opción de 'perder' a Roberto para la zona de medios sí que parece una apuesta clara hacia un cambio de guión en favor de un fútbol más cómodo para Luis Enrique. Se dio el primer paso con otra contratación sorprendente como la de Arda Turan y se apuntala con la llegada de André Gomes: proponer un fútbol más vertiginoso en conducción y pase directo.

Tanto el turco como el luso tienen condiciones técnicas sobradas para asimilar y ejecutar el juego de posición que tantos éxitos ha traído a los azulgrana en los últimos tiempos, pero sí han brillado por algo es por ser 'lanzaderas' en sistemas de juego de mucha menos elaboración. Ambos tienen en el control del balón y en la conducción sus principales virtudes, algo que de un tiempo a esta parte sólo Andrés Iniesta presentaba en el once como toque diferencial al 'posesión + progresión'.
¿Busca Luis Enrique tener perfiles similares al de su mejor centrocampista para que no sea primordial que lo juegue todo? ¿O acaso dirige al Barcelona hacia la confirmación de un juego con menos pases  y donde el balón llega más rápido al área rival?

Esta segunda opción expondría menos al equipo y generaría más espacios donde su tridente de ataque sería más letal si cabe (aunque para qué tocar lo que ha funcionado tan bien hasta ahora, podríamos pensar también).
Lo que está claro es que los diferentes perfiles con los que cuenta ahora el equipo permiten redibujar escenarios cuando los partidos se compliquen o presentar nuevas líneas de juego en el caso de tener que lidiar con bajas o rivales que han demostrado no ser tan débiles ante el juego de posición del Barça.
Y otro detalle que se está teniendo muy en cuenta es el del rejuvenecer al equipo. Ninguna de las cuatro incorporaciones que ha hecho el equipo supera los 23 años. Cierto es que tampoco ninguno viene con posibilidades reales de ser titulares desde el primer día, por lo que la línea que sigue la dirección deportiva es la de ampliar la plantilla con jugadores jóvenes que puedan adaptarse a un modelo de juego concreto sin perder la opción de presentar nuevos registros.

Ahora queda por ver cuántos minutos de calidad encuentra André Gomes (y Arda Turan si continua) para poder ir descifrando las respuestas a las preguntas que plantea su llegada en cuanto al impacto en el juego del equipo culé.