Inicio una serie de entradas dedicadas a algunas selecciones que disputarán la fase final del Mundial en unos días con la que lo hará como anfitriona, Brasil, con el especial atractivo de que al hacerlo como local, su inercia competitiva será diferente y parece algo en lo que ha trabajado con acierto Scolari, sobre todo a nivel psicológico, reforzando públicamente los buenos momentos que está dejando el equipo en los partidos previos y excusando los fallos que han ido teniendo.
En un vistazo superficial la mirada se desvía hacia la magnética figura de Neymar. El joven atacante desde unas condiciones técnicas superlativas y a partir de un rol dentro del equipo con mucho más protagonismo que en el Barcelona, tiene un impacto en el juego con balón de Brasil determinante. Imprime velocidad al contraataque y cambia el ritmo en el ataque estático de su equipo. Goles y asistencias al servicio del equipo.
Pero detrás de Neymar hay un equipo que deja un montón de matices interesantes, como no podía ser de otra forma hablando de un pentacampeón del mundo que juega el Mundial en casa.
Equivocado o no, esta Brasil de Scolari, con la salvedad del toque fantasioso de Neymar, tiene muchas similitudes con el que acudió a Sudáfrica con 'Dunga'. No se un apunte despectivo, más bien todo lo contrario siendo la solidez y el equilibrio los puntos en común tras cuatro años. El triángulo formado por Julio César (ya presente en 2010) junto a Thiago Silva y David Luiz significa la unión de tres futbolistas complementarios y que no sólo son la última línea de ataque, sino que suman como recursos en ataque en balón parado.
En este Brasil sin hombres de banda puros, la profunidad la dan los laterales, Alves, Marcelo y la recuperación para la causa de Maicon y, en otro nivel, Maxwell. Esto supone un arma de doble filo, cuenta con la opción de incorporaciones inesperadas (bueno, algo debatible eso de que sean inesperadas) pero suponen la salida fácil a los rivales replegados que recuperen el balón, incluso lejos de la portería de Julio César.
En el centro del campo la figura de Luiz Gustavo sostiene a un equipo con teórica tendencia a partirse. Tanto en movimientos laterales como en apoyos en defensa, cómo ocupa los espacios y ofrece ayudas, permite las ya mentadas subidas de laterales y que algún jugador por delante suyo no sufra en el repliegue a nivel físico de manera continuada. Paulinho aparece como un complemento perfecto aunque según para qué partidos puede resultar excesiva cobertura
A partir de ahí, existen perfiles diferentes como los de Óscar, que a lo mejor no llega fino pero que puede ser el centrocampista más completo del equipo en cuanto a lo que puede aportar con y sin balón, Willian, que casi aparece como la antítesis de Óscar por su dinamismo en ataque (aunque cada vez sea más generoso cuando hay que recuperar el balón) y su buen nivel físico.
Otros aportes que está teniendo en cuenta Scolari son Ramires, un futbolista discutido por sus pocas condiciones técnicas y su riesgo a la hora de presionar. Pero suma salidas en conducción que pueden ayudar a romper el orden defensivo del rival. Obviamente no al nivel de Neymar, pero con un impacto considerable.
Bernard aparece como un futbolista que suena a conocido en cuanto a condiciones técnicas y concepción del fútbol desde la zona de tres cuartos. Le falta peso en el equipo, pero nunca es mal momento para romper.
El ataque es la zona donde, en comparación con otros años, Brasil parece dar 'menos miedo'. Con Neymar actuando como 'satélite' de un 9, acudir a Fred para esta posición habla de la crisis en esta posición en la que vive Brasil viendo como dos de sus principales candidatos como lo fueron 'Pato' y Damiao, no han cumplido las expectativas.
El delantero del Fluminense, es innegable que siempre cumple con Brasil, pero dista de juego fuera del área y de recursos técnicos como para poder 'fabricarse' sus ocasiones a partir de nada. Condiciona el ataque pero parece infalible como internacional.
Y en esta línea, en los últimos días, emerge la figura de 'Hulk' un delantero que parecía vivir todo lo contrario que Fred, no acabar de arrancar en Brasil. Scolari parece haber trabajado mucho con él tanto su rol en el campo como el apartado mental, haciéndole más gregario y menos egoísta. Puede resulatr un valor desequilibrante de continuar esa progresión en las próximas semanas.
Un equipo ya definido, trabajado, con jugadores determinantes y con un escenario favorable para hacer algo importante en esta Copa del Mundo. Así de fuerte arranca este especial de Brasil 2014.
Bonus tracks:
Fernandinho - Hernanes ¿podrían ser titulares?
Jo como recurso ofensivo de emergencia
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