Si hay una hinchada, una crítica y unos profesionales donde el Mundial despierta unos sentimientos especiales, casi inigualables en cualquier punto del mundo, esos son los argentinos. Jugando un Mundial tan cerca de casa y contando con el mejor jugador del mundo plenamente asentado en un equipo creador en torno a su figura y con la motivación de que este año sí, levantar el trofeo que aleje las dudas sobre su puesto en el Olimpo del fútbol, hablar de Argentina es hacerlo de un campeón potencial.
Pero el equipo dirigido por Sabella es, a pesar de todo, mucho más que Messi, aunque algo desequilibrado.
Sergio Romero será el guardameta titular. Discutido y hasta debatible por su papel casi testimonial en Mónaco, no parece la opción que transmita más seguridad, pero igual de cierto es que la Albiceleste hace tiempo que no saca porteros para el equipo nacional que proyecten dominio en su área.
Por delante de él, la línea de cuatro es donde más pruebas se han ido haciendo a lo largo del proceso de clasificación, incluso adoptado el recurso de retrasar a Mascherano como central al igual que hace con el Barça.
Aún así parece que Garay será fijo en el centro de la zaga y el asentamiento de Fede Fernández tras su buena temporada en el Nápoles acaban con el debate de la zaga argentina. Hablamos de centrales altos, no excesivamente rápidos, preparados para salida limpia y que cuentan con 'El Jefecito' como ocasional tercer central correcto y apoyo en la creación de la jugada.
Los laterales cuenta con un seguro incansable como Pablo Zabaleta por derecha y Marcos Rojo por la izquierda. Mucha proyección, aunque no tanto acierto, su trabajo subiendo es clave para deshacer marcas que sufran sus compañeros más adelantados.
Mascherano jugará de 5, y ejercerá de capitán sin brazalete. Un jugador de lectura táctica sin igual mueve al equipo y corrige para que un equipo con tendencia ofensiva tan clara no se exponga en exceso.
Una variante interesante que ha introducido Sabella es la que Ancelotti ha destapado este año en el Real Madrid con Di María en una posición inicial más de interior. El rendimiento del rosarino en esa posición no ofrece dudas y permite que haya más espacipo arriba para jugadores determinantes.
Como tercer centrocampista puede que se utilice una opción conforme al rival del día: Gago, Enzo Pérez o hasta jugadores teóricamente de posición más avanzada como Ricky Álvarez o Rodríguez. Aunque contar con Di María en el otro costado y su tendencia a volver al extremo provocaría excesiva partición del equipo.
Y si hay una línea temible en este Mundial es el ataque de Argentina. Contar con Messi ya condiciona al rival, pero aún consiguiendo taparlo, Agüero cuenta con una inventiva del mismo nivel que el astro culé y no menos gol e Higuaín, tras una gran temporada en el Calcio, se ha asentado como 9 del equipo fijando a los centrales y dejando un inicio de jugado más limpio para el 'Kun' y Leo. Como si fuera un 'hombre por hombre' Lavezzi, el ya mentado Álvarez y Palacio serán los recambios en caso de que algún problema físico o descanso se lleve a cabo.
Un equipo con quizás poca profundidad de banquillo con respecto a otros equipos analizados, pero con una pegada tal que es complicado no pensar que pueda medir con inteligencia los esfuerzos. ¿Su techo? La motivación con la que deben afrontar esta cita esta generación no facilita el ponerles un límite.
Bonus tracks
Posiblidad de cerrar con tres jugadores y poblar el centro del campo para ser superiores en la zona
Facilidad para ser peligrosos en estático y más aún en contraataques.
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