Como los más habituales a este blog sabéis, participo en el podcast de fútbol internacional 'This is Fútbol'. El pasado lunes me mostré bastante escéptico con las posiblidades del United ante el Bayern. Obviamente más que un comentario analítico fue altamente influenciado por las trayectorias que han llevado los dos equipos a lo largo de esta temporada. Y en el fondo me alegro de haberme precipitado porque no hay nada más divertido que ver un partido de fútbol con unas expectativas y que luego sea algo totalmente diferente.
Ojo, el Bayern dominó el balón, sus estrellas pelearon por hacer daño y tuvieron ocasiones como para haber ganado el partido, pero vimos una versión orgullosa del United, responsable para con sus defectos y cuidadosa ante las virtudes del equipo de Guardiola.
Un técnico catalán que desconfiaba, como siempre, de su papel de claro favorito y advirtió al equipo de que debían tomarse el partido más en serio que el último trámite liguero una vez conquistado el título.
Y si Guardiola está viviendo un primer año en Munich de ensueño, el entrenador que sucede a la figura legendaria de Alex Ferguson al frente del United transcurre en su estreno como local en Old Trafford de una temporada más que irregular en cuanto a juego y discreta en cuanto a resultados. Hasta aviones han sobrevolado 'el teatro de los sueños' pidiendo su marcha, algo que chocó con las ovaciones desde la grada antes y después de ese partido ante el Aston Villa.
Pero lejos de atarnos a los resultados, David Moyes se ha mostrado como un entrenador intervencionista, que 'toca cosas' para provocar reacciones. Fijémonos en sus dos últimos partidos.
El pasado sábado volteó el 0-1 del Villa para ganar con claridad con un doble pivote mixto formado por Carrick (hay que recuperarle para la causa) y Fellaini con un rol muy 'box to box', Kagawa como falso hombre de banda con Rooney, que ya no es un 9 al uso, y Mata como referencias ofensivas. Completando el centro del campo Young por derecha, para abrir el campo ante la tendencia a centralizarse del japonés por izquierda. La cosa salió bien y el equipo consiguió una remontada + goleada quizás algo exagerada pero que venía a dar moral de cara al partido del martes.
Un martes donde ante un rival que le iba a exigir y con vistas a ser competitivos 180 minutos, varió el dibujo, presentando de inicio a tres centrocampistas con la inclusión de Giggs para hacer un papel parecido al de Kagawa el sábado pero con más sentido táctico (el japonés le sustituyó en la segunda parte) y la alineación de Valencia en la derecha primero como un tercer hombre de ataque (Wellbeck sustituía a Mata) con la intención de no dejar muy expuesto a Phil Jones a los ataques de Ribery + Alaba.
Estos sistemas de ayudas no rompieron del todo con la idea inicial que teníamos de que el United 'esperaría' al Bayern, era imposible, no tiene jugadores para disputarles el balón a los bávaros y acabó replegándo en un 4-4-2 como el sábado ante el Villa. Además sin Van Persie, se reducían las preocupaciones para Guardiola en cuanto a la pegada que pudiera tener el equipo inglés. Hasta el gol llegó de una forma que se podía esperar, a la salida de un córner.
Si bien el resultado debe dejar satisfechos a los aficionados alemanes por no perder y marcar fuera, la diferencia inicial en tantos aspectos entre estos dos equipos, hace que Moyes salga reforzado y sus jugadores animados por mantenerse vivos en el cruce más desigual de esta ronda de Champions.
Victorias morales que no siempre celebro, pero que en el caso de fases de eliminatorias tienen algo más de valor.
Victorias
morales que no siempre celebro, pero que en el caso de fases de
eliminatorias tienen algo más de valor. Y es que la final de la
Champions League se está poniendo cada día más interesante y son muchos
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