La victoria anoche de la Real Sociedad ante el Barcelona fue vista por muchos desde el prisma del equipo azulgrana que se mostró poco profundo y 'partido' en muchas ocasiones. Un debate interesante sería averiguar hasta qué punto fue producto del inteligente planteamiento de Arrasate o que la indolencia mostrada facilitó que el equipo vasco llevara a cabo su plan.
Porque con la eliminatoria copera entre ambos equipos muy presente en la memoria del técnico local y quizás el acomodamiento en la exigencia tras la vuelta en Anoeta y la victoria en el Ettihad días después hizo que el equipo culé no esperase un cambio en el planteamiento del equipo txuri-urdin.
De la defensa de tres centrales con la que se plantó en el Camp Nou al rombo en el medio del campo que pudimos ver anoche, la Real se ha mostrado como un equipo de una idea ofensiva más allá de la posesión, de la disposición sobre el césped o de la elaboración o no de las jugadas antes de finalizarlas.
Veamos algunos puntos de interés:
Por dentro y por fuera
Arrasate, como contábamos más arriba, quiso cerrar el carril central, origen de la asociación en tres cuartos tan peligrosa del Barça, con un centro del campo en rombo con Elustondo, Zurutuza, Bergara y Canales. No fue fácil que el equipo de Martino lograra superioridades en esa zona un día en el que la participación de Song no ayudó y Busquets, sin hacer mal partido, desde la posición de interior aportaba otras cosas diferentes a su batido de líneas habitual.
Si el equipo culé buscaba la salida lateral, la Real preparó una trampa con ayudas a los laterales
Verticalidad:
Si hay algo que ha dificultado el que el Barça en los últimos años imponga su ritmo y su juego ha sido que sus rivales sepan ser verticales una vez recuperado el balón. La Real se preocupó de que una vez consiguiese la pelota, sin importar la zona en la que esto ocurriese, ya sea buscando a sus puntas al espacio o en un balón largo, llegara rápidamente al área azulgrana. Con esto y con el pobre desempeño defenisvo de los de Martino de ayer, consiguió primero zafarse de la presión en el medio y finalizar gran parte de sus jugadas de ataque.
Al espacio:
Supo jugar con la ventaja en el marcador y que con el paso de los minutos el Barça fuera dejando jugadores descolgados en el ataque. Ya fuera con asociaciones rápidas o con los mentados balones largos, en cada jugada aparecían realistas atacando los espacios. Así desde las bandas aparecían como puñales en situaciones de uno contra uno.
El Barça acabó muy pronto partido en dos con cuatro o cinco jugadores defendiendo y el resto pendientes de estar en posición 'de lanzamiento' una vez se recuperase el balón. Esto provocó la aparación de zonas vacías que fueron aprovechadas con intelengencia por los centrocampistas de la Real. La mejor prueba de ello fue el tercer tanto y la aparición de Zurutuza sin que nadie le siguiera.
La Real, que desde su eliminación en Champions pareció dirigir el juego y los resultados en una misma dirección firmó uno de sus mejores partidos de la temporada haciendo aquello de lo que tantas veces hemos hablado y no por ello sea fácil de conseguir, mimizar sus fallos o defectos, como por ejemplo evitar que el juego se desarrollara por donde el Barça fue más fuerte (flanco izquierdo) y potenciar sus virtudes que anoche fueron la facilidad para que, en tres o cuatro toques, llegar al área rival.
Mucho por corregir de cara a futuros partidos para el Barça.
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