El 18 de septiembre arrancaron los primeros partidos de la fase de grupos de la Champions League. Algo más de nueve meses después y tras la disputa de ciento veinticinco partidos, Wembley conoció al nuevo campeón de la competición de clubes más importante del mundo.
La final entre los dos equipos alemanes significó el duelo entre, seguramente, los dos mejores equipos a lo largo del campeonato. La confirmación del buen momento muniqués con su tercer final en cuatro años y la vuelta a la élite europea del Dortmund, después de sentar las bases en Bundesliga con un doble campeonato.
Es momento de echar la vista atrás y recordar algunos de los grandes momentos que nos deja la competición. Ya sea un buen partido, un golazo o una anécdota curiosa que con la relevancia del torneo, gane en promoción.
20.- El Dinamo de Zagreb caminará solo
La pelea entre la dirección del Dinamo de Zagreb y sus aficionados hizo que los partidos de Champions del equipo croata llegaran a parecer celebrados a puerta cerrada. Para más inri, lo peligroso de algún sector de sus aficionados, fueron varios partidos los que no les dejaron ni viajar para animar. En esta Champions no hubo un equipo más solitario que el Dinamo de Zagreb.
19.- El doblete de Rafael Bastos
Uno de los animadores de la fase de grupos fue el Cluj. El doble de Rafael Bastos en la primera jornada ante su ex equipo, el Braga, fue uno de los partidos 'underground' que más comentarios se llevó por este hecho. Finalmente ninguno de los dos equipos pasó de la fase de grupos.
18.- El estreno del Málaga
El grupo del Málaga invitaba a la precaución y sobre todo a mostrar su mejor versión de cara a hacer algo en la competición. Su debut en casa ante el Zenit fue el soñado. Pasó por encima de uno de los candidatos a dar que hablar liderados por un Isco que no pareció notar que estaba deleitando a millones de aficionados. Menudo debut.
17.- La presentación de Óscar
La contratación más ilusionante del campeón estaba siendo dosificado tras los Juegos Olímpicos y el cambio de continente. Pero cuando Di Matteo contó con él para el duro inicio ante la Juventus, el mediapunta brasileño se destapó e ilusióno a sus hinchas pensando en el trío que podrían formar él, Mata y Hazard.
16.- La chilena de Benzema
El Madrid quiso presentar candidatura en cada partido de Champions que disputo desde el inicio. Su visita a Amsterdam, de grato recuerdo siempre, regaló uno de los goles del torneo cuando Benzema inició una contra y la finalizó con un acrobático remate que enloqueció a todo el mundo.
15.- Allegri salva el puesto en San Petesburgo
Las ventas y pobre inicio milanista hicieron saltar todas las alarmas. En el descanso del partido que enfrentaba al Zenit y al Milan parecía que Allegri no regresaría a Italia como entrenador del primer equipo rossonero, pero un remontada en el segundo tiempo le dio crédito. Los resultados avalan la decisión.
14.- El sorpresón del BATE
La victoria en la primera jornada ante el Lille podía ser una de esas sorpresas que se dan tan a menudo en la Champions, pero cuando el Bayern visitó Borisov se encontró con un equipo que le castigó las pérdidas y que desesperó en defensa. Dos victorias en dos partidos fueron un arranque fantástico... pero que no tuvo continuidad.
13.- La noche mágica de Willian
Poco falta para que el Shakhtar de una gran sorpresa en Champions. Por lo menos la fase de grupos parece un territorio dominado para el equipo de Lucescu y su juego vertical y técnico invita al visionado de sus partidos. La visita a Donestk por parte del Chelsea mostró la mejor versión del equipo que encontró en Willian un líder sobre el césped al que ningún rival supo atar.
12.- Debacle del City en Amsterdam
El principal problema de la acumulación de estrellas y las grandes inversiones es que las derrotas son más sonadas. El choque de filosofías entre el Ajax, cantera, ojeadores e inversiones razonables, y el City, poca continuidad y precios por encima de mercado, se saldó con una victoria local que dejó sin opciones de mejorar su anterior participación a los de Mancini, que volvieron a ganarse el cartel de decepción del torneo por segundo año consecutivo.
11.- La victoria del Schalke en el Emirates
He de reconocer que esperaba cierta continuidad en lo que el Schalke enseñó a principio de temporada siendo su partido en Londres el mejor en ese tramo de la temporada. Supo dominar sin balón, permitió al Arsenal llegar hasta donde lo podía controlar y le hizo correr hacia atrás con mucha inteligencia. Lástima que el equipo, a partir de ahí, fuera a menos.
10.- El Celtic tumba al Barça
La fábula de esta Champions. En medio de un clima casi general que alaba la posesión y la virtuosidad, la victoria sin apenas dominio del balón y de claras ocasiones del Celtic ante un Barça que no se mostró muy creativo en ataque, dio la vuelta al mundo. No fue mala Champions para un Celtic que llegó a Octavos y que, aquella noche, fue mentada por todo el mundo.
9.- El gol de Luiz Adriano
La gran polémica de esta Champions fue el gol de Luiz Adriano ante Nordsjaelland aprovechando una devolución de la pelota de su equipo y la pasividad de los defensas ante su carrera hacia portería. Las posteriores celebraciones del brasileño no ayudaron a calmar a un afición que se sintió estafada aquel día. Se abrió un interesante y necesario debate sobre la delimitación entre el respeto y la hipocresía en este tipo de chances.
8.- La honradez de la Juve
La posibilidad de apartar del camino a un rival sin tener que hacer un gran esfuerzo es una tentación grande. Desde el final de la quinta jornada se habló mucho sobre el empate entre Shakhtar y Juve para eliminar al Chelsea. Y durante muchos minutos viendo el partido, llegué a pensar que ucranianos e italianos había acordado hasta que en la reanudación la Juve apretó en busca de un primer puesto que le asegurara un rival menos potente en Octavos. No sólo logró la victoria y el rival menos potente para la siguiente ronda, sino que demostró honor y ambición... ah, y de pasó eliminó al Chelsea.
7.- El aviso del PSG
Como todo proyecto que haya sido muy promocionado, ya sea de una forma voluntaria o no, los ojos de los aficionados van a prestarle atención. Aunque no quieran o incluso si es para desearles una caída deshonrosa. El caso del PSG podía casar con este perfil pero han respondido muy bien. Se notó que la Champions motivaba a este grupo de jugadores y dejaron los mejores partidos de su temporada en este torneo. Dieron buena cuenta del Valencia y pusieron en aprietos al Barcelona. De cara a próximas ediciones, si mantienen este nivel, cuidado.
Como todo proyecto que haya sido muy promocionado, ya sea de una forma voluntaria o no, los ojos de los aficionados van a prestarle atención. Aunque no quieran o incluso si es para desearles una caída deshonrosa. El caso del PSG podía casar con este perfil pero han respondido muy bien. Se notó que la Champions motivaba a este grupo de jugadores y dejaron los mejores partidos de su temporada en este torneo. Dieron buena cuenta del Valencia y pusieron en aprietos al Barcelona. De cara a próximas ediciones, si mantienen este nivel, cuidado.
6.- El giro del Málaga
La primera media hora que enfrentó en el partido de vuelta al Oporto y al Málaga en la Rosaleda olía a despedida blaquiazul de su sueño europeo. El equipo de Vitor Pereira se había mostrado superior y controló todo lo que acontenció durante esos 120 minutos disputados. Pero de repente el Málaga vio como todo sus circuitos volvía a responder y el golazo de Isco puso en marcha al equipo de Pellegrini que volteó ese duro cruce con el campeón portugués. Personalmente esta eliminatoria me planteó el dilema de saber qué debía pesar más a la hora de pasar (obviando el acierto): 120 minutos de control o 70 de jerarquía con el balón.
La primera media hora que enfrentó en el partido de vuelta al Oporto y al Málaga en la Rosaleda olía a despedida blaquiazul de su sueño europeo. El equipo de Vitor Pereira se había mostrado superior y controló todo lo que acontenció durante esos 120 minutos disputados. Pero de repente el Málaga vio como todo sus circuitos volvía a responder y el golazo de Isco puso en marcha al equipo de Pellegrini que volteó ese duro cruce con el campeón portugués. Personalmente esta eliminatoria me planteó el dilema de saber qué debía pesar más a la hora de pasar (obviando el acierto): 120 minutos de control o 70 de jerarquía con el balón.
5.- La remontada ante el Milan
Tengo la teoría de que en cada Champions hay como mínimo una remontada de las buenas. Eso sí, no suelo acertar con las rondas en las que se dan. La falta de ideas y de ambición castigaron duramente al Barça en su visita a Milan con un 2-0 que ya desde el vuelo que les llevaba de vuelta a casa exigía un partido casi perfecto en la vuelta y un acierto máximo si como uno de los candidatos al título, no querían verse fuera a la primera. Y así fue. Intensidad, acabar jugadas y un desgaste en presión que permitió dar la vuelta al mal resultado con holgura. Hasta se contó con el golpe de suerte que supuso el balón al palo de Niang con el 1-0.
Tengo la teoría de que en cada Champions hay como mínimo una remontada de las buenas. Eso sí, no suelo acertar con las rondas en las que se dan. La falta de ideas y de ambición castigaron duramente al Barça en su visita a Milan con un 2-0 que ya desde el vuelo que les llevaba de vuelta a casa exigía un partido casi perfecto en la vuelta y un acierto máximo si como uno de los candidatos al título, no querían verse fuera a la primera. Y así fue. Intensidad, acabar jugadas y un desgaste en presión que permitió dar la vuelta al mal resultado con holgura. Hasta se contó con el golpe de suerte que supuso el balón al palo de Niang con el 1-0.
4.- Minutos locos en Dortmund
Más allá del cómo, los últimos minutos del partido entre el BVB y el Málaga fueron de infarto, de los que pueden servir para explicar por qué el fútbol genera sentimientos tan fuertes y tiene una grandeza que pocos juegos pueden igualar. El equipo de Klopp estaba fuera, cambió el guión y encerró al Málaga hasta que forzó los errores que le valieron los goles para meterse en la semifinal. La derrota, que es parte del fútbol, golpeó duramente al Málaga, que se veía en la siguiente ronda con merecimiento y pasados los días de rabia, curtirán mucho no digo a un equipo, sino ya a un aficionado que lo pasó mal.
Más allá del cómo, los últimos minutos del partido entre el BVB y el Málaga fueron de infarto, de los que pueden servir para explicar por qué el fútbol genera sentimientos tan fuertes y tiene una grandeza que pocos juegos pueden igualar. El equipo de Klopp estaba fuera, cambió el guión y encerró al Málaga hasta que forzó los errores que le valieron los goles para meterse en la semifinal. La derrota, que es parte del fútbol, golpeó duramente al Málaga, que se veía en la siguiente ronda con merecimiento y pasados los días de rabia, curtirán mucho no digo a un equipo, sino ya a un aficionado que lo pasó mal.
3.- Cuatro goles de Lewandowski
Historia. Eso es lo que hizo Lewandowski cuando casi sentenció la semifinal ante el Real Madrid con cuatro goles y una exhibición de lo que debe de hacer un delantero en el área. Dicen que aquel día el Madrid se mostró poco contundente a la hora de defenderle, habrá que darle también el mérito al polaco de saber imponerse hasta el punto de eliminar la jerarquía de Ramos y de mostrarse más despierto que nadie cuando había que disparar. Una manera perfecta de redondear una gran actuación en esta Champions League.
Historia. Eso es lo que hizo Lewandowski cuando casi sentenció la semifinal ante el Real Madrid con cuatro goles y una exhibición de lo que debe de hacer un delantero en el área. Dicen que aquel día el Madrid se mostró poco contundente a la hora de defenderle, habrá que darle también el mérito al polaco de saber imponerse hasta el punto de eliminar la jerarquía de Ramos y de mostrarse más despierto que nadie cuando había que disparar. Una manera perfecta de redondear una gran actuación en esta Champions League.
2.- Siete al Barça
Cualquier equipo puede tener un mal día y encajar una goleada inesperada. Hasta el que señalan como mejor equipo del mundo. Pero que te lo hagan dos veces en una semana ya merece más atención. El Barcelona partía como uno de los favoritos a alzarse con el título pero tuvo un camino de luces y sombras en esta Champions: le costó ganar al Spartak en casa, no se mostró acertado al Celtic en ninguno de los dos partidos, sufrió contra el PSG y le tocó tirar de épica ante el Milan. Inequívocas señales de que no estaba fresco. Encontrarse a un equipo con fondo de armario y que llega con una tendencia totalmente opuesta en el torneo más un plus de motivación para saldar viejas cuentas con rival y competición fueron algo para lo que el equipo de Vilanova no estaba preparado ni encontró solución. No recuerdo una diferencia tan grande en estas alturas de competición en mucho tiempo.
Cualquier equipo puede tener un mal día y encajar una goleada inesperada. Hasta el que señalan como mejor equipo del mundo. Pero que te lo hagan dos veces en una semana ya merece más atención. El Barcelona partía como uno de los favoritos a alzarse con el título pero tuvo un camino de luces y sombras en esta Champions: le costó ganar al Spartak en casa, no se mostró acertado al Celtic en ninguno de los dos partidos, sufrió contra el PSG y le tocó tirar de épica ante el Milan. Inequívocas señales de que no estaba fresco. Encontrarse a un equipo con fondo de armario y que llega con una tendencia totalmente opuesta en el torneo más un plus de motivación para saldar viejas cuentas con rival y competición fueron algo para lo que el equipo de Vilanova no estaba preparado ni encontró solución. No recuerdo una diferencia tan grande en estas alturas de competición en mucho tiempo.
1.- Final
Lo que se podía hablar en los días previos tomo forma cuando BVB y Bayern se las vieron en Wembley en una final de ritmo alto, ocasiones y un protagonista: Arjen Robben. El internacional holandés tuvo las ocasiones más claras y durante ochenta y ocho minutos estuvo más cerca de sumar esta final a su ristra de finales perdidas hasta que logró el gol del triunfo. No fue el de la victoria, también liberó a Robben de una losa emocional que le habrîa perseguido hasta quien sabe cuando. Si el fútbol deja historias de superación, en estos niveles es casi hollywoodiense.
Lo que se podía hablar en los días previos tomo forma cuando BVB y Bayern se las vieron en Wembley en una final de ritmo alto, ocasiones y un protagonista: Arjen Robben. El internacional holandés tuvo las ocasiones más claras y durante ochenta y ocho minutos estuvo más cerca de sumar esta final a su ristra de finales perdidas hasta que logró el gol del triunfo. No fue el de la victoria, también liberó a Robben de una losa emocional que le habrîa perseguido hasta quien sabe cuando. Si el fútbol deja historias de superación, en estos niveles es casi hollywoodiense.
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