Después de la fuerte inversión de última hora para contratar a 'Hulk' y a Witsel, la valoración teórica sobre el potencial del Zenit se disparó. No por el dinero gastado, cerca de noventa millones 'de una tacada', que siempre queda rimbombante a la hora de hablar del equipo de San Petesburgo, sino porque realmente añadía a dos jugadores de muchísimo nivel a un equipo que ya de por sí es bastante potente.
Pero al igual que le pasó cuando debutó en Champions tras ganar la antigua UEFA, su paso por la fase de grupos no ha sido acorde a la expectación generada. Superado por el vistoso Málaga y por el experimentado Milan, los que pensaban (pensábamos) que los rusos podían 'abrir' el grupo en cuanto a decidir qué equipos serían los que pasarían y no, como peleará en unas horas, por garantizarse su continuidad en competición europea a través del 'premio de consolación' para un equipo Champions a través de la Europa League, estamos algo decepcionados. Todo esto contando con que su resultado no sea peor que el que coseche el Anderlecht en su visita a Málaga, un doble duelo directo con terceros que no se juegan más que el prestigio (y la prima económica, no lo olvidemos).
Dos claves parecen ser las más obvias a la hora de tratar de explicarse por qué el Zenit no ha cumplido con las expectativas. La primera, sin salir del terreno de juego, es la mala defensa de la que ha hecho gala en Champions, nueve goles en cinco partidos se antojan demasiados para un equipo que si bien había marcado un estilo con su centro del campo y su delantera, la seguridad atrás había sido la base sobre la que se construye un equipo campeón.
No sólo el nivel bajo de Bruno Alves y Lombaerts a título individual, sino también una serie de desajustes en el rearme defensivo ante equipos que les han sabido pillar tanto en transición defensiva insuficiente como 'moviéndoles' a partir de un ataque estático. Trabajo que no ha sido tan deficiente en la Premier Rusa pero al que Spalletti, de seguir al frente del proyecto, deberá reforzar.
El otro punto que ha provocado inestabilidad al equipo ha sido la llegada de las nuevas incorporaciones mentadas al inicio de esta entrada, gracias a unos sueldos cuantiosos que han provocado una división profunda en el equipo que le afecto durante el arranque de la competición. Denisov, capitán del equipo, fue apartado por pasar de los dichos a los hechos tras criticar públicamente las contrataciones de 'Hulk' y Witsel, y de paso pedir un aumento de sueldo. Kerzhakov, el mejor punta del equipo secundó la queja pública y le acompañó en su castigo. Sin tener en cuenta el dejar de contar con dos pilares del equipo, el escenario en el que dos jugadores de este perfil no ayuden a la adaptación de los recién llegados y provoquen el efecto contrario afectó al equipo que alcanzó su punto más bajo tras la dura derrota en La Rosaleda.
Todavía esta polémica coleando y un Milan 'herido' no ayudó a encarrilar su camino europeo y con dos derrotas en dos partidos su posibilidades de clasificación parecían sentenciadas en los duelos directos.
A las 20:45 jugará su último partido de Champions este año en San Siro y no tendrá tiempo para cerrar el año con cierta tranquilidad ya que cerrará el año natural con duelos directos en sus aspiraciones ligueras ante Anzhi (equipo que parece que recoge el testigo en cuanto a tendencia y dinámica que el equipo de la Gazprom) y Rubin Kazan.
¿Será 2013 el año del Zenit en Europa?
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