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Biscotto, ni en junio ni en diciembre

Cuando acabó al quinta jornada en el Grupo E se presentó rápidamente un escenario que nos mantendría entretenidos hasta ahora, la posibilidad de que un 'arreglo privado' entre el Shakhtar Donestk y la Juve dejara en la fase de grupos al Chelsea, actual campeón. Que para muchos dista de ser un equipo peligroso de cara a las eliminatorias, pero tampoco lo era la pasada temporada cuando acabó ganando la Champions.
Los rivales duros, cuanto antes caigan, mejor, piensan algunos.

Así, los campeones de Ucrania y de Italia, dos equipos que juegan un fútbol más que aceptado por los que parecen con potestad para decir lo que es fútbol y lo que no, se han visto en un bonito escenario con la intención primaria de brindar un buen partido a los espectadores... Unos pensando también que con la condición de no hacerse daño, de ir de la mano a octavos, desearse suerte hasta la próxima y despedirse de un Chelsea que ganaría desde la impotencia de ver cómo sus goles no tienen más valor que el económico.
Otros parece que no, que quisieron volver a la competición pasando de ronda como líderes para disipar las dudas y con la astucia de aprovecharse de esa indecisión de un rival que ya en la ida le abofeteó delante de su público.

Una marca de ropa deportiva se le ocurrió hace unas temporadas una frase de cara a una campaña para celebrar un título de sus patrocinados que de manera siniestra puede encajar con lo vivido esta noche: 'El fútbol te devuelve lo que le das'.
Si en la anterior jornada vimos como Lucescu pasaba de gritar 'vergogna' a tapar las vergüenzas de un gol lleno de deshonra, hoy hemos visto como muchos de los italianos que apelaban a la profesionalidad y a la honradez cuando hace más o menos seis meses, su selección dependía de un duelo entre otros equipos para no caer en la Eurocopa en la fase de grupos, han querido demostrar que están 'a las duras y a las maduras'. Aquella tarde en Gdansk, la victoria de España no sólo permitió a Italia pasar la fase y llegar hasta la mismísima final, sino que hizo que más de un medio transalpino que apostaba por el 'biscotto' entre España y Croacia tuvo que comerse sus palabras tras el 1-0 final en el peor partido de la selección española en el torneo.



Seis meses después, Buffon, Chiellini, Barzagli, Bonucci, Pirlo y Giovinco, seis jugadores que integraron aquella selección italiana, saltaron al Dombass Arena habiendo escuchado de las mismas sospechas y habiendo de recordar que son futbolistas profesionales y que como tales, salen a ganar en todos los partidos. Les costó algo hacerse con el timón del partido, pero una vez sujeto éste, no lo soltaron ante un rival que no sólo se vio deshabilitado en sus virtudes, sino dubitativo durante muchos minutos, sobre si su 'invitado' sólo quería dar cierta emoción a un choque casi amistoso o si realmente iba a por la primera plaza.
La Juve no quiso pasearse por el alambre que significaba especular con un empate, que un error que no pudiera desperdiciar un equipo ya de por sí vigilado en este partido, les mandara a la Europa League, y por ello se mostró agresiva cuando no tuvo el balón, incisiva cuando lo recuperaba y generosa cuando tuvo que defender su ventaja.

Para el Shakhtar fue un mal menor. Pasará igualmente pero como segunda pero con la sensación de que 'por volver a querer pasarse de listo' durante cuarenta y cinco minutos, lo hará sabiendo que se las verá con rivales teóricamente más potentes.

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