De pocos campeonatos de primer nivel podemos hablar mejor que de la Bundesliga. En uno de los apartados que más atractivo puede generar es en el de la variedad de los campeones. Sí, el Bayern es el claro dominador en cantidad de campeonatos, pero sólo en esta última década, hasta cinco equipos diferentes han levantado el título. Ni España, ni Inglaterra, ni Italia, ni Francia pueden hablar de un nivel así.
Esta temporada arrancaba con la duda de si el Borussia de Dortmund sería capaz de enlazar un tercer título de forma consecutiva, algo que no se ve desde finales de la década pasada pero su irregularidad unida a la apisonadora en la que se ha convertido el equipo bávaro desde el incio del torneo han puesto en series dificultades el tercer viaje de la bandeja plateada hacia la Cuenca del Rhur.
Tuvimos que esperar a la semana pasada, finales del mes de octubre, para ver al equipo de Jupp Heynckes perder el primer partido de la temporada.
No dejó de ser un accidente. Planteó con pocas objeciones el partido ante el Bayer Leverkusen y fue 'uno de esos partidos' que de repetirse en diez ocasiones, no más de una se repetiría un resultado así.
Pero lo que podía verse la semana pasada como una muestra de humanidad de la mejor plantilla de Alemania, parece haberse evaporado después de los resultados que se registraron en la jornada del sábado. Mientras que el Bayern ganaba el gran clásico del fútbol alemán ante un Hamburgo que desde luego, anda lejos del nivel de antaño y que fue un juguete en manos de Müller, Kroos, Ribery y compañía, sus perseguidores fueron incapaces de ganar.
El buen Schalke 04 vio cómo el Hoffemheim le remontaba un trabajado partido en los últimos minutos y perdía por 3-2, cortando una buena trayectoria de resultados aunque conservando el segundo puesto.
Tan sorpredente como su arranque liguero fue el empate, también en casa,
del Eintracht ante un recién ascendido como el Greuther Furt, no sabiendo gestionar un gol en los primeros minutos.
El Borussia de Dortmund, defensor del título, hizo uno de los partidos más lentos de lo que llevamos de temporada y fue incapaz de ganar en casa a un Stuttgart ordenado y que no le dejó en ningún momento 'engrasar la maquinaria.
Junto al Bayern, los grandes beneficiados de la jornada fueron el Bayer Leverkusen y el Hannover que con sendas victorias recortan diferencias con los perseguidores... pero que vive a nueve y trece puntos respectivamente del equipo muniqués.
Con el mes de noviembre dando sus primeros pasos estamos cerca de vivir el primer tercio de la temporada y, si bien jamás ningún equipo ha ganado un torneo a estas alturas, el Bayern bien podría 'permitirse' un par de tropezones ligueros sin tener que preocuparse por su posición privilegiada.
Uno no puede evitar acordarse de cómo llegó hasta el final en los tres grandes torneos y se vino abajo. Tienen la experiencia, pero también la espina clavada de poder haber sido ese equipo que lo ganó todo y que cerró el año como subcampeón en tres competiciones. Si encarrilan la de la regularidad aunque, paradójicamente, sea con un primer sprint escandaloso, podrían dosificar un plantilla larga, equilibrada y de nivel para poder mejorar la pasada campaña.
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