Cuatro días después, sí, pero me quiero desquitar del partido que
debía parar el mundo contándoos algunas cosas que me pasaron por la
cabeza, seguro que obviedades o cosas que ya habéis leído, pero no por
ello deben caer en el pozo del olvido.
Y claro, por no sobrecargar, me autoimpuse, además, no comentar nada
de Barça o Madrid desde que los blancos ganaron al Ajax hasta que
terminase el partido. Probad a hacerlo, luego veis el partido con más
ganas.
Mourinho: Se habla de ‘baño’ de Guardiola la
portugués, pero creo que el técnico no es que fuera superado, es que se
vio sorprendido (algo muy diferente). Me da que él era de los que
esperaba al Barça con una defensa de cuatro durante todo el partido o
por lo menos durante gran parte del mismo y perdió en el medio del
campo.
También habría que hacer la reflexión sobre los planteamientos.
Muchos hemos pedido un Madrid que le jugara al Barça de tú a tú y el
sábado, pienso, que Mourinho vio que era el momento y razones tenía.
Pero el tan criticado trivote, la posición de Pepe en el medio o el
ceder el dominio para dar un zarpazo final le ha ido mucho mejor al
equipo blanco ante el Barça de Guardiola que las dos veces que ha
tratado de jugarle de igual a igual.
Guardiola: Igual es una tontería, pero también me
dio que pensar. El de Santpedor parece que le gusta usar el Bernabéu
para ‘inventar’. En su primer año apareció ‘el faslo nueve’, el año
siguiente puso a Alves de extremo derecho (aunque la cosa duró media
hora) y sólo el abril de la pasada temporada, el de los cuatro clásicos,
nos privó de ver algo nuevo, por la idea de encarar esos cuatro
partidos como un ‘playoff’.
En la Supercopa, quizás no fue algo revolucionario, pero el trabajo
de Alexis a la hora de ‘preocupar’ y seguir a Marcelo también fue
reseñable.
Y el sábado, según cuenta Guardiola, la idea era empezar con cuatro
atrás para pasar a los tres cerrando. Esperaban un Madrid apabullante de
inicio y quería contener sus embestidas para luego imponer su juego,
pero el gol blanco hizo que el empuje madridista se disipara antes de
los esperado y facilitó su camino.
El gol de Benzema: Conseguir un gol antes de los
treinta segundos invitaba a pensar que el escenario era el ideal para el
Madrid, sobre todo ese Madrid bestial de las primeras medias horas de
sus partidos. Obligaba (?) al Barça a ir a por el empate bien pronto y
dejar espacios, pero claro, querer matar a la contra a un equipo que
acaba las jugadas o que tiene mucho balón es complicado y eso acabó
apagando al Madrid antes de lo pensado. A partir de ahí, ocasiones sí,
porque es imposible que un equipo como el de Mourinho no genere
ocasiones con lo que tiene arriba, pero la poca continuidad desesperó al
equipo y lo presentó como ‘vencido’ casi desde el minuto veinte.
Los nuevos: Escuché en ‘Ecos del Balón’
la idea de que Guardiola y Mourinho hubieran fichado a Coentrao, Alexis
y Cesc como ‘alternativas’ a lo mostrado en sus duelos directos. No sé
si comparto esa idea, quizás es pronto para asegurarlo, pero sólo el
chileno realizó un partido acorde a lo esperado. Cesc marcó, pero su
misión de salir del centro para dar espacio a Messi le restó
participación de calidad en el choque, aunque al menos se va con el
gusto de haber marcado un gol.
Y luego está Coentrao, que no jugó de interior o lateral izquierdo,
como ya habíamos visto, sino de lateral derecho. La idea era que la
diagonal de Villa o Pedro (que no fueron titulares) cayera siempre hacia
su perfil bueno, pero la idea fracasó de inicio y el hombre hizo lo que
buenamente pudo.
Cristiano Ronaldo vs. Messi: Es un punto que hay que
tratar por muchos motivos. Son los dos mejores del mundo en el partido
de mayor nivel hoy en día, pero creo que en este punto seré breve: el
luso alimentó los motivos para creer en la leyenda sobre sus pobres
actuaciones en los partidos grandes (o ante el Barça) mientras que el
rosarino, quizás con menos brillo que en otras ocasiones (y sin el gol
que le convertiría en el mejor culé ante los blancos) tiró del equipo y
supo moverse para sumar siempre o, en su defecto, hacer que sus
compañeros tuviera un trabajo menos complicado.
Parece que con Messi hay hasta respeto dentro del campo entre los
jugadores del Madrid y las convicciones se convierten en dudas cuando
arranca a toda velocidad con la pelota cosida a la bota.
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