Antes de que se dispute la final de la Copa Oro entre Estados Unidos y
México, quería compartir con vosotros mi once del torneo. Es importente
el destacar que es ‘mi’ y no ‘el’, ya que lo componen jugadores que no
tienen porque haber sido los mejores en sus posiciones durante estas
tres semanas, pero que por una cosa u otra, me han llamado la atención.
Shemel Louison (Granada)
¿El portero del equipo más goleado? Sí, pero porque salvó de que los marcadores fueran históricos.
Dennis Marshall (Costa Rica)
A título póstumo, falleció hace un par de días tras caer eliminado. Gran defensor, interesante por alto.
Rafael Márquez (México)
No ha jugado a su mejor nivel, pero sí muy por encima de los últimos
partidos que le recordaba. Quizás sin presión se ‘soltó la melena’
Shavar Thomas (Jamaica)
Por demostrar ser un zaguero por encima del nivel del fútbol del
Caribe y ser de lo menos malo que se ha podido ver en el torneo.
Demar Phillips (Jamaica)
En su club juega de extremo, en la selección de lateral… y le ha dado para meter tres goles gracias a sus subidas.
Michael Bradley (Estados Unidos)
El mejor pivote creativo de la competición. Trabaja mucho pero
distribuye más. Otro que debería jugar en una liga de primer nivel para
medirle en serio.
Óscar Boniek García (Honduras)
Mi gran descubrimiento y para mí, el hombre del torneo. Gran claridad para el último pase y mucha llegada.
Clint Dempsey (Estados Unidos)
Ha estado muy fallón pero no por ello lo ha dejado de intentar y ha
encontrado premio en forma de goles. A punto de hacer el gol del año.
Andrés Guardado (México)
Ha recordado a su mejor versión: rápido, desborde, inteligencia en
las apariciones el área y mucho acierto. ¿Se querría poner bien en el
mercado?
Aldo De Nigris (México)
Nunca de la partida, pero autor de los goles importantes de la selección azteca: los que abrían la lata. Gran cabeceador.
Luis Tejada (Panamá)
Por oportunista y por alcanzar a Dely Valdés como máximo goleador con la selección. Interesante delantero aunque algo irregular.
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