Obviedades vs. Verdades


Anoche, tras perder por 7-0 ante el Real Madrid, Pellegrini dijo que  ’no fueron a disputar los puntos’ y esto, a parte de ser tomado como un intento del chileno en restar méritos a la victoria del equipo de Mourinho de una manera pueril, debería hacernos reflexionar sobre el punto al que se ha llegado en nuestra Liga.

La bipolaridad, más allá de a partir de qué ha nacido, hace que ir a ganar o tan siquiera a puntuar en el Bernabeú o el Camp Nou sea un gesta al alcance, de momento, de Mallorca y Hércules en las primeras jornadas de Liga. Es muy complicado que, en medio de una lucha entre estos titanes, se permitan perder puntos ante rivales con objetivos tan diferentes. Casi sin entrar ya a escribir de la distancia deportiva.

Todos los aficionados de equipos ‘pequeños’, contamos los partidos ante Barça y Madrid como derrotas. Esta es la obviedad que los hinchas asumimos, pero que hace que nuestra ilusión por puntuar y los gritos de ánimo crezcan. Como si durante esos noventa minutos aparcáramos la lógica (que podría ser una buena definición de lo que es el fútbol) porque hemos visto y seguiremos viendo como David gana a Goliath dentro de un campo de 
fútbol.


El problema nace cuando esta motivación llega a los profesionales: jugadores y entrenadores principalmente. Y vuelvo a centrarme en el Málaga. Su objetivo real ahora mismo es mantener la categoría y en esta semana tiene tres partidos: Almería, Madrid y Osasuna. De esos tres, dos son ante rivales directos por lo que haber ganado o puntuado ante los blancos pero perder ante Almería y Osasuna hubiera sido casi una condena. 

La correcta gestión de la plantilla debe centrar la atención en los duelos directos (que además son en casa), que son de esos partidos que ‘valen más que tres puntos’. Hasta aquí todo correcto, pero ¿cómo plantear entonces el partido ante el intratable casero que es el Madrid? o mejor dicho ¿qué imagen dar de cara al público? Nos quejamos de los tópicos en el fútbol, pero creo que en esta ocasión, Pellegrini se equivocó en querer hacer que la obviedad fuera su verdad. Si el entrenador no contaba con los puntos ¿cómo iba a transmitir a sus jugadores conceptos para ganar? No entro en que rotara o no, me parece justo que maneje a sus jugadores como crea conveniente para alcanzar sus metas, pero elijas a los que elijas, debes de hacerles ver que no hay imposibles.

Si yo fuera aficionado del Málaga, estoy seguro de que, aún sabiendo que la empresa era harto complicada, hubiera preferido un ‘vamos a por todas porque no tenemos nada que perder’ o un ‘somos once contra once’ que no que me confirmaran algo que ya me temía, que me robaran mi ‘derecho a soñar’ aunque lo hayan hecho a toro pasado. 

Este tipo de cosas también ‘ayudan’ a la fractura que vive nuestro torneo regular y, aunque fuera ‘vender el producto’ quizás los clubes deberían dejando que seamos nosotros quienes digamos las verdades y ellos las obviedades.

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