Las clasificaciones apretadas por la cabeza no son cosas exclusivas de España, ni de las ligas más potentes en Europa, es algo universal que da a un campeonato una emoción que genera todo tipo de sentimientos.
Y qué deciros si esto se produce en Argentina, una de las ligas más pasionales del mundo que vive una época de 'apertura' de campeones 'por culpa' de las graves crisis de Boca Juniors y River Plate.
El pasado fin de semana era una jornada clave para la resolución del campeonato. Estudiantes visitaba a Central en Rosario mientras que Argentinos Juniors recibía a Independiente de Avellaneda.
El 'Pincha' partía con la ventaja en la tabla y con un partido, a priori, cómodo ante un equipo que se las verá en la promoción para no perder la categoría, mientras que el 'Bicho' y el 'Rojo' jugarían un partido a cara de perro para ver cuál de los dos será el que siga vivo en la lucha por el campeonato.
Estudiantes no pasó del empate a cero inicial en un partido en el que jamás pudo manejarlo al gusto y vivía con la angustia de ver el intercambio de goles en el D.A. Maradona.
Porque Argentinos e Independiente nos regalaron un partido lleno de goles, emoción y alternativas en el marcador que incendiaban con cada gol el campeonato.
A los veintidós minutos los del 'Tolo' Gallego conseguían marcar el 1-3, dominando el partido y postulándose como alternativa real al título. Seis minutos después Pavlovich lograba su segundo gol de la tarde para presentar un nuevo partido en el que el corazón iba a ser más decisivo que la cabeza... y vaya si lo fue.
En el ochenta y ocho el eterno Calderón colgaba una falta que fue imposible de despejar de manera efectiva por la defensa visitante y que Sabia se encargó de decidir con un fantástica disparo de zurda.
Empate a tres que mantenía vivo a los tres candidatos, pero que mostraba a un Argentinos totalmente convencido de su victoria y que no quiso entender como escasa los dos minutos que restaban de partido.
Así, cuando el árbitro pensaba en decretar el fin del encuentro, a falta de un minuto para consumir todo el descuento, Caruzzo definió de una manera épica, con un disparo de fe, que rebotó en un defensa y que descolocó al meta rival, aprovechando una dejada de ariete puro de, quién si no, Calderón, para subir el definitivo 4-3. De este modo, el 'Bicho' se aupaba como líder en solitario a falta de una jornada para el fin del torneo pero sobre todo, con la euforia desatada, con la idea de que, tras esta victoria, nada es imposible, que es posible volver a festejar títulos locales después de veinticinco años de sequía.
En unos días, se decidirá todo: la experiencia y mística de Estudiantes contra la ilusión de Argentinos. Si, como decía al principio, el fútbol en Argentina es de los más apasionados del planeta, imaginaos lo que va a ser este 'David contra Goliath'.
3 Comentarios
Saludos.
Lo que estamos viviendo en esta temporada en la definición de todos los campeonatos creo que es insólito. Jornadas finales de infarto y transistores, ¡que grande es el fútbol!
Y, mientras tanto, los "grandes" lo mirarán por la tele y seguirán hablando de gastar millones, pedir créditos y vender diarios con sus crisis.