De vez en cuando aparecen personajes en el mundo del deporte que marcan una diferencia. Pero esta diferencia no estriba en la brillantez, en el método de trabajo o en el carácter. Esta diferencia consiste en estar adelantados a su tiempo, lo cual es algo que con la perspectiva que da el tiempo resulta admirable pero que en primera persona puede resultar un sufrimiento.
Pep Guardiola es uno de esos hombres: no inventa nada que no inventara Cruyff, pero emplea la patente como nadie en un momento idóneo en el que sus rivales históricos atraviesan un ciclo de transición. Pero lo que le hace diferente, y esto es algo que se le adivinaba cuando era jugador, es que sabe dónde se encuentra y ve el momento presente con la perspectiva de las inteligencias avezadas. Por eso Guardiola sabe que le quedan a lo sumo dos años en este Barcelona y, segurísimamente, en el fútbol español.
Es algo lógico. El bueno de Pep tiene algo todavía más claro que su 4-3-3: tiene claro que España no es Inglaterra. Tiene claro que en este país todavía no se da tiempo de cocción a proyectos en equipos de primera división. Pep quiere ser, y tiene capacidad para serlo y para superarlo, un Arsene Wenger, un Alex Ferguson. Pep quiere vertebrar un proyecto integral desde la cantera, un proyecto que dure una era más larga que los miniciclos que vivimos en la Liga Española. Y Pep sabe que por eso precisamente su Barça y su Liga se le quedan obsoletas.
Hoy precisamente he leído unas declaraciones de Kaká diciendo que hay que renovar a Pellegrini. Kaká está en la corriente de pensamiento de Pep: hacía años que no se adivinaba en el Real Madrid un potencial a medio-largo plazo como en este año, pero es imposible que el entrenador continúe un año más si no gana nada. Y Pep, que tiene la vitrina llena de trofeos que le dan un crédito excelso, sabe que su trabajo era excelente independientemente de los títulos. Y que si ha seguido en el Barça ha sido por ellos y no por lo meritorio del trabajo. Y Guardiola busca eso: respeto al trabajo, paciencia y la posibilidad de llevar a cabo un proyecto a largo plazo. Por eso, desgraciadamente para el espectador español, sabe que su sitio no es este.
Dudaba que renovara para el año que viene, sinceramente. Y que lo haya hecho a estas alturas y no al ganar la Champions, y que lo haya hecho sólo por un año, es una señal para los que sepan interpretarla: Guardiola acabará en un banquillo inglés y se quedará definitivamente calvo allí. ¿Old Trafford? Never say never.
JM Martín
4 Comentarios
Primero: no ha renovado, "sólo" ha dado su compromiso de estar un año más. Así, deja que Laporta se "cuelgue otra medalla" (o levante el octavo título como dijo ayer) y de paso se garantiza de que le dejen tranquilo con lo de su renovación, que creo yo, que le empezaba a agobiar todo el día lo mismo. Ya lo dijo, sin Copa va a haber mucho tiempo libre para que la prensa hable de estas cosas.
Después: no firmó nada, en unos meses habrá elecciones y ya veremos quien sale como presidente y qué planes tiene para con el técnico de Santpedor. Guardiola tiene en mente a medio plazo ser un manager como los ingleses y puede que algún candidato no tenga idea de centrar tanto poder en un sólo hombre, por muy hexacampeón que haya sido.
Y tercero: sólo promete un año. Otra cosa que también ha avisado, cuando las cosas fueran mal se iba a ver a otro Guardiola y la reacción del entorno es una incógnita ¿tendrá crédito si en junio no levanta ninguna Copa? Ni el lo sabe, así que no se ata a un segundo que podría ser duro.
Como os decía al principio, muy muy grande Guardiola con este movimiento. Veremos como le sale la jugada.
Saludos
Y, es cierto y humano (como le pasó a Carlos Bianchi en Boca en su medida, repetir lo hecho en la pasada temporada es muy difícil... es mejor irte a que te despidan. Y con esa prórroga por un año Guardiola se guarda esa carta en la manga.
Off topic: Lo de Cappa y Huracán no es comparable, estimada MaGa. Don Ángel sabía que al llegar a "el Globo" el plantel tenía fecha de vencimiento. No le desarmaron el equipo, sino que el club no tiene más remedio que vender para seguir subsistiendo... muchas veces quedandose con un par de monedas, ya que los jugadores ni siquiera son suyos... esa es la primera falacia del "cappismo". La segunda es que el Clausura 2009 le fue "robado" a Huracán. Afirmar eso es desconocer el peso que ahora y en la historia han tenido Vélez y "el Globo". Simplemente -en el partido en el que se definió ese título- "el Fortín" fue mejor, tuvo más suerte, fue más pícaro, etc. (da igual cómo se lo quiera calificar). Si Huracán considera que se le robó ese campeonato, el Madrid podría decir lo mismo con respecto a las ligas que el Barcelona terminó ganando gracias al Tenerife... y en España a nadie se le ocurre decir eso. Perder una liga en la última fecha no es sinónimo a ser despojado deshonestamente de un título, lo diga quien lo diga. Incluso Cappa, a quien respeto y aprecio.
Y me sabe mal, Sheyla, pero así lo vi yo desde la lejanía.
Saludos