En primer lugar, pido disculpas por la tardanza. El mercado laboral es un sucio candado a mis aspiraciones como blogger, y los horarios ciernen sobre mi persona un cruel catenaccio del que es muy difícil librarse.
Entrando en materia, hay pocas cosas que decir. Mala, muy mala de hecho, jornada de Champions para los equipos españoles. Mal juego en general y cosas que nos recuerdan a partidos mil veces jugados. Entremos en detalle con la habitual concisión.
Barça-Rubin Kazan: yo lo venía advirtiendo en las últimas jornadas, y es que el Barça está sufriendo un pequeño bache en muchos sentidos. Por un lado, un lógico bache físico: hay jugadores que llevan una sobrecarga bastante severa, otros salen de lesiones y la estrella entre las estrellas (esto es, Messi) lleva un añadido de presión por su combinado nacional. Todo esto es recuperable. Pero hay algo que me parece que hay que rectificar: el planteamiento de los partidos en los últimos tiempos. No me pareció correcto ante Almería, no me lo pareció ante Dínamo, no me lo pareció ante el Valencia y lo de anteanoche fue el punto culminante. No es alarmante, pero no hay que pasarlo por alto.
Stuttgart-Sevilla: hay veces en las que uno tiene algo que trasciende a la mala suerte, y otras veces es lo contrario. Al Sevilla le pasó lo segundo, pero claro, ese estado se busca. Cuando un equipo juega serio, tiene desborde, sabe aguantar achuchones y (con todo mi respeto) tiene en frente a Lehmann, pasa lo que pasa. El Sevilla está haciéndose respetar, y me alegro por ellos y por Jiménez, y por Juande, y por Caparrós, y por los que sentaron las bases. Ellos son partícipes de esta época en la que los de Nervión acumulan prestigio y respeto ajeno.
Real Madrid-Milan: tu rival sale dormido porque no tiene demasiado de lo que sacar. Tú te confías y no vas al ataque cuando debiste ir dos o tres goles por delante. Te duermes. Valga la actitud de Benzema, al que luego dedicaré un comentario a parte, en el gol de Raúl. Te contagias. Y cuando estás dormido de verdad el otro equipo, que es italiano y se lo estaba haciendo, te caza. Y bueno, el final es de locos: el mejor de tu equipo es un chico que en un rato le sale lo que no le había salido en dos años, y un chico que podrías haber fichado por dos millones de euros te complica el pase. El Madrid no está dando buenas señales y es, como en el caso de los culés, algo que mirar. Se me olvidó: Benzema sabe jugar, demostrará lo que vale y cerrará bocas. Pero mejor que sea a tiempo, antes de que tenga que hacer el sobreesfuerzo de hacerlo desde la suplencia.
Chelsea-Atlético: me cabrea mucho hablar de este equipo. Ayer jugaron dos equipos: uno de verdad, serio, con defectos y virtudes, planificado para jugar al fútbol; el otro, de chiste, deprimido, con virtudes que no quiere ver, planificado para dejar comisiones en bolsillos de tipos encorbatados que ni sienten ni han sentido nunca los colores del equipo, porque si los sintiesen serían capaces de sentir la vergüenza ajena que generan y se largarían. En serio, no creo que tenga que decir más que: cuatro a cero, resultado justo y el Atlético se muere.
Del resto, destacar el partido entre Girondins y Bayern, donde Ciani marcó en las dos porterías y donde se vieron más cosas curiosas: los franceses desperdiciaron dos penaltis y vimos a Toni, que ha pasado de jugar medios tiempos con el Bayern B y ultimar su vuelta a Italia a ser titular en un equipo sin Robben (lástima de chico), Ribery y Olic, y en el que Pranjic resulta un "pechofrío". También la odiosa comparación entre una Fiore que se entrega y un Liverpool entregado en el que veo a Benítez con menos credibilidad a cada partido (y lástima, porque mira que es un tipo serio y admirable). Resaltar por último la noticia del siglo: Mourinho ha llegado a la tierra prometida, porque el técnico más rancio del mundo ha llegado a la tierra del fútbol rancio por antonomasia. Que se quede ahí.
Feliz resto de semana, espero vuestras opiniones.
JM Martín
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Saludos desde La Escuadra de Mago