En España, después del vendaval de la llegada de Florentino Pérez a la presidencia del Real Madrid, creo que no se habla de otra cosa que no sean renovaciones. O por lo menos se le están dando más importancia que la rumorología y las posibles llegadas.
Uno, que siempre tiende a poner el oído para aprender (ya no sólo en esto del fútbol, sino en muchos más aspectos de la vida) se cuestiona aspectos de las renovaciones que no acaba de enteder y quiero exponer una serie de casos de renovaciones para que entre todos lleguemos a alguna conclusión.
Por ejemplo, hace unas pocas temporadas, Fernando Torres jugaba en el Atlético de Madrid. Desde bien joven se echó el equipo a las espaldas y luchó por llevarlo a lo más alto. Tan bueno fue el resultado que cada verano varios equipos preguntaban por su contratación encontrando siempre la misma respuesta por parte del club colchonero y del propio jugador: seguir en el Atleti.
Y aquí se produce algo que me llamó la atención y que me comenzó oler a chamusquina, el delantero madrileño firma un nuevo contrato: amplia su vinculación con el equipo, su ficha pero reduce drásticamente su cláusula de rescisión aludiendo a que "no hay peligro porque el jugador se quiere quedar".
Unos meses más tarde, el Liverpool consigue su fichaje por treinta y seis millones de euros, "sólo" catorce menos que su nueva claúsula, lo que podríamos decir una muy buena oferta.
Entonces yo me pregunto ¿fue esa bajada de precio por su pase una tirita antes de la herida para justificar una buena oferta dentro del mercado?
Luego, otro jugador que también renovó y que poco ha tardado en cambiar de aires es Kaká. El año pasado fue la segunda intentona por parte de Ramón Calderón de vestirlo de blanco, pero quién sabe si fue su torpeza en la negociación o que no llegó a una cantidad interesante para los rossoneri, el brasilero no sólo no se marchó, sino que amplió su vinculación con el equipo italiano hasta 2013 (con su correspondiente revisión salarial). Unos meses más tarde, a punto estuvo el Manchester City de llevárselo a Inglaterra poniendo mucho dinero en la mesa del Milan. A mi me parece que las muestras de afecto y de compromiso que realizó el 22 del Milan fueron su manera de decir que no quería irse al equipo celeste de Manchester. Llega un momento en el que ganan tanto dinero que se pueden hasta cuestionar donde pueden ganar títulos.
Así, después de esa renovación, tanto el Milan como el propio Kaká no han tenido reparos en rescindir su relación contractual para que el Madrid cuente con el crack en sus filas.
Entonces yo me pregunto ¿fue una jugada maestra del representante (y padre) de Kaká para exprimir un poco más al Milan hasta que el Madrid llegara a un acuerdo con ellos?
Luego está el tema de Villa. Ya el verano pasado estuvo a punto de irse, pero al no llegar ninguna oferta que fuera adecuada a lo que el Valencia pidiera, el club y el propio jugador revisaron la duración y ficha de su relación con el resultado de ampliación de la misma hasta 2013 y una considerable subida de sueldo.
La apuesta del Valencia por Villa fue, en su momento, arriesgada, pagando su claúsula y parece que esa revisión, dos temporadas después, fue un "premio" por su grandísimo rendimiento.
Ahora, un año más tarde, el asturiano está en la misma situación y su equipo en un peor momento: necesita ingresos ya y parece inminente su marcha.
Entonces yo me pregunto ¿fue esa renovación otra estratagema de Tamargo (representante del Guaje) para sacar más dinero mientras esperaba un nuevo destino?
Pero la reina de las renovaciones es la de Eto'o (con permiso de la de Valdés). El verano pasado el Barcelona le informó de que iba a negociar cualquier oferta que llegara por él, puesto que no contaban con su presencia para el curso pasado. Al final la cosa no cuajó y Guardiola, que en un principio había planificado sin él, le dio la oportunidad que el camerunés no desaprovechó firmando una temporada espectacular.
Ahora la sartén la tiene cogida por el mango. Si el Barça le quiere renovar va a pedir mucho, pero que mucho dinero, si el Barça le quiere vender, prácticamente será el quién elija el destino y no son muchos los equipos que se pueden permitir igualar su ficha ahora mismo. Si al final el Barça no logra "colocarlo" en ningún lado, tan sólo tendrá que espera tres meses para comenzar a planificar su futuro lejos del Camp Nou sin dejar un euro por su marcha. Vamos, que se el ampliaría el abanico de destinos pudiendo ser él quien defina sus condiciones, algo que le encanta a Eto'o.
Entonces me pregunto yo ¿hasta qué punto es beneficioso la relación entre un club y un jugador? Para mí el Barça tiene más que amortizados los veintidós millones que pagó en su día por Eto'o, pero si el delantero se marcha con el contrato finalizado siempre quedará la sensación de que se ha perdido una oportunidad de ingresar bastante dinero... y más si le ven triunfando en otro equipo.
Yo entiendo que las renovaciones deberían servir para asegurarse la continuidad de jugadores que han demostrado ser óptimos para el equipo, pero me parece que en la situación actual, sirven para que los jugadores exijan una subida de sueldo a lo mínimo tenga un mes o dos de un rendimiento bueno... incluso a veces aludiendo intereses irreales para forzar a los equipos. Luego si el propio jugador baja de rendimiento, nadie es capaz de revisarle el sueldo a la baja y se convierte en un círculo vicioso si se quiere romper la vinculación.
Pienso que estos ejemplos y muchos que me dejo en el tintero, deberían servir para que los equipos estudiasen bien los motivos para renovar a un jugador.
6 Comentarios
Eto'o va a utilizar el arma "queda un año de contrato" para que el Barça no pida mucho dinero por él y él pueda cobrar más en su próximo equipo.
El Valencia va a utilizar el arma "tiene contrato hasta 2014 y una cláusula de 150 millones" para pedir más por Villa.
Quien reparte esas armas son representantes y clubes y muchas veces se vuelven contra ellos mismos.
Gran entrada. Un saludo
Lo de Valdés me parece de locos y el Barça haría bien en traspasarlo si puede sacar pasta y fichar a otro portero como Asenjo que tiene mucho presente y futuro. Aunque yo espero que lo fiche el Atleti.
Saludos
Yo propondría algo como esto: derecho del club a retener el jugador aumentando un 25% su salario, siempre y cuando estuviera el jugador de acuerdo en negociar. Si el jugador o el club no quisiesen ampliar su vínculo y fichara por otro club debería de hacerse una compensación al club de origen por el montante de un año de sueldo del jugador.
De esta manera se evitaría tener esa preocupación por el "último año de contrato" de un jugador.
Además de esto prohibiría hacer contratos más largos de 3 años puesto que de esta manera ganaríamos dos cosas: el precio de los traspasos no podrían ser tan elevados, puesto que no daría tiempo a amortizarlos y los jugadores siempre estarían pendientes de que su rendimiento fuera elevado para que su carrera no quedara paralizada.
Saludos
ejem... bueno, ya está visto lo "profesionales" que son y cuánto "respetan" a sus clubes...
Un saludo.
El marcador deportivo