Hoy viernes sabéis que toca una entrada dedicada a una de las leyendas del fútbol en su historia reciente, pero hoy le voy a dar un toque muy bizarro hablando de un jugador que tuvo un par de años fantásticos pero que siempre irá unido a la decepción ante altas expectativas e incluso a la sombra de Maradona. El elegido de esta semana es Igor Belanov.
¿Cómo jugaba Belanov?
Quiero dedicar esta entrada más a la carrera de Belanov que a sus virtudes como jugador, pero para los interesados, escribo del clásico delantero de la antigua Unión Soviética: mucha movilidad, velocidad, buenos desmarques y un disparo seco y potente., si bien ese cambio de ritmo de lo mejor de la época, es lo que le hizo ganarse el sobrenombre de "Cohete". Como contaba antes, tuvo un bienio en el que su rendimiento fue excelente y podía haber sido titular en cualquier equipo.
Pero he te aquí algunos detalles curiosos sobre su carrera. Después de ser uno de los jugadores más destacados del Dinamo de Kiev que mandaba con puño de hierro la liga soviética durante la mitad de los ochenta, alcanzó la gloria siendo intengrante del equipo que se llevó la extinguida Recopa en el 86, año Mundialista, en el que participando con la URRS en el torneo celebrado en México fue el jugador más destacado con el hattrick que le endosó a la buena Bélgica.
Y aquí comienzan sus efemérides. Debido al antiguo "reglamento" del Balón de Oro (sólo premiar a jugadores nacido en Europa) fue imposible premiar a Maradona, que lo había hecho todo en el fútbol ese año, así que siendo campeón de Liga, de la Recopa y habiendo tenido una buena participación en el Mundial nuestro amigo Belanov recogió el testigo de Platini y alzó la pelota dorada (quizás uno de la Balones de Oro más discretos de la historia) convirtiéndose así en uno de los objetivos de los grandes equipos europeos.
Así, a punto de cumplir los veintiocho años (la edad con la que la URSS permitía trabajar fuera del país) estuvo a punto de convertirse en el primer soviético en disputar el Scudetto, pero fue el otrora poderoso Borussia de Mochengladbach quien consiguió hacerse con el buen delatero ruso... y aquí comenzó su declive. En Alemania no cumplió con las expectativas y unido a un escándalo en el que su su mujer fue acusada de robar en una tienda no tuvo oportunidad de una segunda temporada ya aclimatado al fútbol de la Bundesliga y tuvo como destino las divisiones más humildes de Alemania, siendo consciente de que volviendo a una decadente Unión Soviética su nivel de vida bajaría.
Aún así, tuvo oportunidad de seguir siendo convocado con URSS (treinta y tres entorchados) y participó en la Eurocopa del 88 teniendo un triste protagonismo. Fue él quien falló el penalty en la final que derrumbó al equipo que acabó siendo destrozado por la Holanda de Van Basten, Gullit y Rijkaard.
Así, una vez que se acabó el comunismo y afianzada la democracia en el Este de Europa, decidió volver para acabar sus días de profesional en los equipos de su Odessa natal, donde inició después una discreta carrera como entrenador hasta que pudo hacerse accionista del Wil suizo.
Clubs
- SKA Odessa (del 79 al 80)
- Chernomorets Odessa (del 81 al 84 y del 95 al 96)
- Dinamo de Kiev (del 85 al 89)
- Borussia Monchengladbach (del 89 al 90)
- Eintrach Braunschweig (del 91 al 95)
- Metalurg Mariupol (del 96 al 97)
Títulos
- 1 Recopa de Europa (1986)
- 2 Ligas (85 y 86)
- 2 Copas (85 y 87)
