Tenía preparada una entrada para la leyenda de esta noche, pero un blog de una relevancia mayor ya ha recordado a ese gran jugador, así que he tenido que adelantar la aparición de Dennis Bergkamp en esta sección de los viernes por la noche y que con tanto gusto escribo.
¿Cómo jugaba Bergkamp?
Sin lugar a dudas, el delantero holandés fue el prototipo de "delantero total" de la década de los noventa: un ocho y medio en todo y un diez en nada. Era rápido, pero no el que más, era listo y pillo, pero no el que más, tenía visión e inteligencia, pero no el que más... y así con todas las virtudes que debe de tener un delantero centro para destacar y decidir partidos.
¿Qué hacía que Bergkamp llamara la atención de delanteros de similares características? Su infinita clase a la hora de desarrollar cualquier tarea a lo largo de un partido. Cuando quebraba parecía que todo a su alrededor transcurría más despacio, cuando chutaba parecía que podía darle al balón la orden de la parábola más imposible y más que golpear el balón, parecía que lo mimaba.
También merece mención su sangre fría, que le permitía atreverse con tanta confianza como efectividad regates en un palmo delante del portero o disparar desde posiciones inverosímiles.
Además su presencia física le permitieron, casi al final de su carrera, encarnar la figura de ariete en cuanto a potencia y juego aéreo.
Clubs
Títulos
- 1 Recopa (1987)
- 2 Copas de la UEFA (92 y 94)
- 5 Supercopas (93, 98, 99, 02 y 04)
- 4 Ligas (90, 98, 02 y 04)
- 6 Copas (87, 93, 98, 02, 03 y 05)
Con su selección formó parte durante toda la década de los noventa de esa "Naranja Mecánica" que tan buenas actuaciones dejó en los torneos en los que tomó parte. Su nivel fue tan bueno a nivel de selección como lo fue a nivel de clubs, dejando uno de los goles más bonitos de los Mundiales en 1998 ante Argentina, con un control imposible.
