Este campo fue construido con motivo del primer Mundial de fútbol que se jugaría en Uruguay en 1930 y la previsión era de que en él se jugaran todos los partidos del torneo pero un lluvia torrencial retraso las obras y los estadios de Nacional (el Parque Central) y el de Peñarol (el desaparecido Pocitos) le "echaron una mano" hasta que estuvo listo el 18 de julio de ese año.
Cuenta la leyenda que los espectadores que asistieron al partido inaugural entre Uruguay y Perú se encontraron con el cemento de las gradas todavía húmedo lo que dio pie a que "grabaran" en el gris numerosos comentarios que, con el paso del tiempo y la modernización a la hora de incluir asientos a todas sus gradas, dejaron en el olvido.
Los más viejos del lugar cuentan que cuando los charrúas y los peruanos entraron en los vestuarios los obreros aún sacaban sacos de escombros.
En 1983 fue nombrado por la FIFA Monumento Histórico del Fútbol Mundial por ser el primer estadio en albergar una final mundialista siendo, hasta la fecha, el único estadio en poseer dicha distinción.
Para que os hagais una idea de lo que significó este estadio aportaré los datos de su coste, 1.500.000$ de la época, y del tamaño de sus instalaciones, 450.000 metros cuadrados con aforo para poco más de setenta y seis mil espectadores en la actualidad, pero que llegó a congregar a noventa mil aficionados. Sin lugar a dudas, el templo fútbolistico mundial de la época.
Además de ser la sede del Mundial de 1930 y de varias competiciones sudamericanas, es el campo de la selección uruguaya (que ha ganado todos los torneos que han tenido la final en este campo) y de todo equipo de este país que lo solicite (suele ser el campo de los grandes choques nacionales o de equipos uruguayos en torneos continentales)
4 Comentarios
saludos
Para más inri cuando se ha enfrentado al ganador de Oceanía en los últimos años ha salido escaldado al encontrarse con una gran Australia.
En fin todo sea que enganchen una buena generación.
Saludos