¿Cómo jugaba Scholl?
La principal cualidad de Scholl era que (junto a Möller y Hässler) fue una excepción en el arquetipo de centrocampista alemán de potencia y presencia física. Su fútbol poco tenía que ver con aquello, más bien era muy inteligente, siempre sabía cuando tenía que hacer el regate o cuando debía pasar el balón, cosa que, como buen alemán, hacía sin mucha floritura y con una precisión magistral.
Su virtud futbolística más tangible era el toque de balón, donde fue uno de los mejores de su generación en Alemania. Fantástico en la ejecución del balón parado, los desplazamientos largos de pelota y el disparo de media y larga distancia.
Y con facilidad para combinar con sus compañeros, a quienes regalaba muchos goles, gracias a su llegada de segunda línea, trazando diagonales desde las bandas.
Pero sin lugar a dudas, si por algo debe ser recordado Scholl, lo debería ser por ser un lector excelente... un lector de todo lo que acontecía a su alrededor en el campo de fútbol. Imprimía el tempo al partido, hacía que sus compañeros se movieran al compas que el partido requería y en cuanto a movimientos individuales (desmarque, pase, regate o tiro) era oportuno y generoso.
Si hubo un punto negro en su carrera fueron las lesiones, que le mantuvieron apartado buena parte de su carrera.
Clubs
- Kalrsruher (del 89 al 92)
- Bayern de Múnich (del 92 al 07)
Títulos
- 1 Copa Intercontinental 2001
- 1 Copa de Europa (2001)
- 1 Copa de la UEFA (1996)
- 4 Supercopas de Alemania (97, 98, 99, 03)
- 8 Bundesliga (94, 97, 99, 00, 01, 03, 05, 06)
- 5 Copas de Alemania (98, 00, 03, 05, 06)
A nivel de selección contó con la "mala suerte" de coincidir con una generación fantástica de centrocampistas alemanes en los noventa, desde Matthaus hasta Ballack, pasando por Sammer, Effenberg, Bässler o los ya citados Hässler y Möller con los que se tuvo que repartir minutos. Aún así fue parte de la selección que se hizo con la Eurocopa del 96.
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